30 años del Referéndum en España sobre la OTAN


Cartel de 1986, de la intensa propaganda gubernamental a favor del Sí


 Con el panorama político español tan enrevesado que persiste en estos días, analizar hitos de la historia política de España resulta algo así como ponerse en plan "abuelo cebolleta" a contar las batallas ganadas y perdidas en la vida. Las referencias históricas se dejan en la 'Caja de Pandora' y si se sacan es para atacar al rival político por una mala acción del pasado. El pasado 12 de marzo se cumplieron 30 años (1986) del importante referéndum celebrado para consultar a los españoles si deseaban seguir en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). Se debe matizar que la consulta la hacía el gobierno socialista de Felipe González, como promesa electoral, pues fue el gobierno de de centro-derecha de Adolfo Suárez y después, de Calvo Sotelo, quien ingresó a España en la Alianza Atlántica, entre 1981 y 1982. 

La entrada en la OTAN, a ojos de un analista internacional, era un paso crucial en la política exterior de la joven democracia española encaminada a entrar en la CEE (actual Unión Europea). El objetivo europeo era, de alguna manera, el consenso de Estado en política exterior aceptado por todas las fuerzas políticas. Pertenecer a la OTAN facilitaría el ingreso en la CEE. Pero para la izquierda, en esos años de carácter anti-nuclear y pacifista, la entrada en una organización militar creada en plena Guerra Fría no era tan determinante. Así lo defendía el PSOE de Felipe González, que ganaría las elecciones algunos meses después de la adhesión española a la OTAN, en diciembre de 1981. Una de las promesas que más votos trajo al PSOE en su primera victoria electoral de 1982, desde los movimientos sociales y pacifistas, fue la de celebrar un referéndum de permanencia. 

El referéndum prometido se fue postergando y cuando se celebró en marzo de 1986, el gobierno socialista era partidario de permanecer, aunque cambiando las condiciones de pertenencia a la Organización. ¿Qué ocurriría para que el gobierno socialista pasara del No rotundo al Sí en apenas cuatro años? A simple vista, que el 'pragmatismo' o "realidad" del uso del poder hace cambiar las posturas más "idealistas" que tienen las fuerzas de izquierda antes de ejercerlo. Es lo que está ocurriendo, hoy día, con nuevas organizaciones de izquierdas o provenientes del activismo social, que el poder las hace más Realpolitik (intereses prácticos). Pero sería una explicación demasiado sutil. ¿Qué fue tan importante y determinante para que España no abandonase la OTAN?


Como la noche y el día: cartel de propaganda electoral del PSOE en las elecciones generales de octubre de 1982


 En mi opinión, ahora que se hace de manera interesada unas veces, e injusta, otras al ex presidente Felipe González "responsable" de hasta los 'Crímenes de Cuenca', la continuidad de España en la OTAN tiene mucho que ver con la consolidación que tuvo en esos años la figura del presidente González como "gran estadista". Me explico. Más adelante, el mismo González, hablaría de considerar como grave error el haber consultado al pueblo el seguir o no en un "pacto militar". Es la visión del hombre de Estado, que piensa que en política exterior y asuntos militares lo único que se deba hacer es pensar en los intereses más rentables para el país. "España está, donde debe de estar", resumiría con esas palabras el asunto de la OTAN una vez que era ex presidente y le preguntaban por ello.

No seamos hipócritas, eso ha sido (y es) lo habitual en todas las democracias, dictaduras y otros regímenes políticos, en cuanto a la política exterior "natural" de un país al pueblo no se le consulta. ¿Nos consultaron sobre la entrada en la CEE? Ahora bien, en la actualidad esa mentalidad ha ido cambiando; se aprecia en la mayoría de las formaciones políticas (no sólo en las nuevas) una tolerancia a considerar más a la opinión pública en los asuntos exteriores. Se verá en los partidos con más militantes "activistas", la necesidad de incorporar la línea de acción exterior al mismo nivel que los asuntos sociales o la política interna. Lo malo es que ese "deseo" nos hace retornar al campo de los "ideales". Y no está el horno para idealismo de ningún tipo. Ni el partido más activista, Podemos, se plantea ya la salida de la OTAN. "Seguiremos respetando los acuerdos de la OTAN" (Julio Rodríguez, ex Jefe de Estado Mayor, fichado por Podemos para elecciones generales)


Uno de los carteles más populares de la campaña por el NO


Epílogo: Una vez realizado el referéndum el resultado fue:


Participación del 59,42% de los posibles votantes.

Un 52,49% fue a favor (SÍ)

Un 39,1% en contra (NO)

Un 6,53% en blanco ( )

La pregunta formulada fue un arduo trabajo de "laboratorio político" por parte del gobierno:

"¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica en los términos acordados por el Gobierno de la Nación?", siendo los términos:
  • No incorporación a la estructura militar integrada.
  • Prohibición de instalar, almacenar o introducir armamento nuclear en territorio español.
  • Reducción progresiva de la presencia militar norteamericana en España.
A día de hoy esos tres términos se incumplen o se han incumplido. En eso sí que se puede hacer "política real" y denunciar en el Parlamento.



Gustavo Adolfo Ordoño ©
Historiador y periodista

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