Antes de nada, declarar mi
relativo escepticismo con este tipo de informe. Sobre todo cuando se les concibe
para un uso manipulador de interpretaciones sociales o como apoyo para determinadas
políticas educativas. A partir de ahí, pues divagar como todo el mundo creyendo
ser más razonable que nadie. Luego nos extraña la irracionalidad de los debates
sobre la educación o enseñanza (prefiero ese término, pues en la educación
de los menores no sólo entra la variable académica) en España, cuando vemos que
todos los tertulianos, periodistas, medios de comunicación, políticos y “expertos” quieren tener la razón a la hora
de analizar las causas de resultados negativos, por debajo de la media general
de los países OCDE. Esa imagen de querer estar cada uno en la posesión de la verdad,
habla mucho del nivel educativo del país.
Ego divago sobre un hecho
evidente. La relación que los mejores resultados tienen con el estatus
socioeconómico del alumnado examinado. Madrid, como región autónoma de España,
sí aprueba, está por encima de la media OCDE y de muchos países europeos (500
puntos de media, cuando está en 490 en la OCDE). Incluso, mejora relativamente
respecto a los primeros informes del año 2000. Pero estos informes ponderan la
media nacional y otras comunidades españolas que suelen tener malos resultados,
muy por debajo del nivel medio, se han mantenido o, peor aún, han sacado notas inferiores
que en 2009, el último informe publicado antes que este de 2012 (es trianual). Esas regiones son las más
empobrecidas en los términos socioeconómicos españoles (Extremadura, Andalucía
y Murcia).
Las medallas de oro, plata y
bronce del informe son todas asiáticas, pero ojo, las regiones chinas que se
destacan muy por encima de la media OCDE son las que tenían un especial rango
socioecómico dentro de la economía dirigida de la China comunista; no hace
falta especificar la historia (con su pasado capitalista) de Hong Kong y Shanghaí.
Lo mismo podemos decir de las otras regiones asiáticas con mejores resultados,
la Corea es la del Sur y del sudeste asiático destacan los “tigres económicos” como
Singapur; Japón aguanta el tipo, como siempre, y está entre los 10 primeros
puestos mundiales. Al factor económico-social se le une la cuestión de educación
cultural en valores de disciplina y sacrificio, algo que no se enseña en las
escuelas únicamente, sino que forma parte del carácter social-familiar de estas
zonas del mundo.
Los matices. En España regiones
ricas, como Cataluña y Baleares, sacan también malos resultados o se estancan en
sus notas. Aquí es cuando la relación tan racional que hacemos entre
socioeconomía y nivel educativo se tambalea y es cuando las excusas y
explicaciones son tan peregrinas y políticas que...dan grima escucharlas. En
Cataluña hablan que la alta emigración lastra los buenos resultados; cuando se
le compara con la comunidad madrileña, lugar de tan alta emigración externa, se
excusa diciendo que los emigrantes de Madrid son todos de América Latina,
contando con la “ventaja” del idioma común...sin comentarios, sobre todo cuando
los alumnos catalanes destacan por encima de la media en compresión lectora e
idiomas. Baleares tiene una excusa similar, obviando que su juventud está
abocada a ser “servidores” en su fuerte industria turística, sin analizar los
altos índices de abandono escolar para acudir pronto al mercado laboral. No
comentarios, la ecuación sale por sí sola.
En realidad el informe nos sitúa,
a España, estancados, ni mejoramos significativamente ni empeoramos para
rasgarnos las vestiduras. Para los pesimistas resultará descorazonador el haber
invertido tanto dinero y tantas leyes educativas en esta última década para
acabar en el mismo sitio, un puesto mundial mediocre tirando a malo. Decirles
que si quieren convertir el 2+2= 3,85 actual en 2+2= 4 ideal (real), la clave,
nos pongamos como nos pongamos, es mejorar las estructuras socioecómicas de los
ciudadanos. En el cuadro de las comunidades de España la evidencia es nítida, las "regiones ricas" están por encima no sólo de la media OCDE, sino de países europeos como Alemania.
Lo que es descorazonador también
es ver los pésimos resultados de los países que comparten el mismo vehículo
conductor de aprendizaje, que es la lengua. Me refiero a América Latina, a la
cola mundial en todas las capacidades. Se podría decir que muchas son regiones
con una economía emergente y en franco desarrollo y que eso no se ve reflejado
en los resultados del informe (todos los países latinos han empeorado nota);
pero se puede argumentar, también, que es evidente la ardua tarea que tienen
todos esos Estados de ponerse al día y que cualquier reforma educativa si no
cuenta con inversión prioritaria será un proceso muy, muy lento, cuyos
resultados, como pasa en todas partes, se verán tras el paso de varias
generaciones.
1 Comentarios
Además de lo que tú dices, en América Latina se están priorizando otro tipo de inversiones, gastos y hasta ''renuncias'' impositivas que no son en educación. Por ejemplo las inversiones de ''capital especulativo'' y las grandes propiedades no pagan impuestos (''renuncia'' impositiva). Luego el régimen impositivo estrangula al trabajador y al empresario pequeño o medio, por un lado, lo cual no permite que haya desarrollo socioeconómico, por un lado, y por otro priva al Estado de recursos que podría invertir en educación.
ResponderEliminarPero además se está formando una élite política funcional a este estado de cosas que está ocupando ''cargos de particular confianza'' (sic) y que genera gastos por valor de varios millones de dólares que representan un buen porcentaje de lo que se podría invertir en educación. A estos cargos de confianza, obviamente, no les interesa que haya más inversión en educación.
Uruguay descendió como 8 puestos en las Pruebas Pisa desde 2002. Está claro que la confección de las pruebas adolece de muchos defectos. Pero es un indicador de que algo está pasando. Aquí no están hablando del peso de los inmigrantes ni cosa parecida pero están diciendo que lo que pasa que los alumnos elegidos para hacer las pruebas eran los peores, ''los repetidores''.
Por otra parte, el tema de que los países de América Latina se han convertido en economías emergentes hay que tomarlo muy con pinzas. Si en un país de pronto hay mucha inversión de ''capital especulativo'' (nacional y extranjero), puede haber una sensación de que el PBI ha crecido un porcentaje muy superior al de un país europeo, por ejemplo. Luego cuando tú haces la cuenta del PBI per cápita te va a dar una maravilla. En América Latina, como en China, lo que está aumentando es la inversión. En el año 2012 China fue el primer productor mundial de automóviles, por ejemplo, y en cambio, la capital de la industria automovilística, que era Detroit, en EEUU, tuvo que declararse en bancarrota. Pero inversión no necesariamente quiere decir crecimiento, y crecimiento (un criterio cuantitativo) no quiere decir automáticamente desarrollo (un criterio cualitativo) y que depende de la calidad de las relaciones sociales, políticas y económicas que se están construyendo.