Los negros españoles sin memoria histórica

Retrato de Juan de Pareja por Velázquez (1650)

    Ahora que España vuelve a las andadas sobre su crisis sempiterna de identidad nacional, con la cuestión catalana más agravada que nunca, merece la pena revisar la historia con identidades minoritarias como es la comunidad afrodescendiente en España. Porque negros españoles los hay desde la misma formación del estado moderno, incluso desde épocas más remotas cuando al país se le conocía como Hispania. Quizás, en mi opinión, poner el foco en colectivos españoles ocultados en la historia para reflexionar sobre la identidad nacional -o histórica-, ayuda a equilibrar un debate siempre crispado y donde chocan nacionalidades por querer destacar, en lugar de sumar. Analizar la construcción histórica de país, no debería acabar en vano patrioterismo.

Ni en el cine, ni en las series de televisión, pero ni en la literatura o en el arte, aparecen personajes negros protagonistas o secundarios importantes. Han destacado en la historia reciente algún deportista, también artistas se han añadido a esa lista escasa de personalidades de raza negra. En los libros de texto de Historia tampoco se destacan a españoles negros. Existe, claro, la información sobre el comercio de esclavos del que España no puede excluirse. Por ejemplo, uno de los intereses geopolíticos principales para obtener la cesión de Portugal de las islas de Fernando Poo y Annobón, en las costas de Guinea Ecuatorial, durante el Tratado de San Idelfonso (1777) fue el próspero negocio de esclavos negros que ya tenían los portugueses en esas islas. La esclavitud negrera era la forma de «hacerse españoles».

Sin embargo, la esclavitud negra en las «Americas españolas» contó con posibilidades legales y sociales que facilitaban una integración de esas personas en las sociedades mestizas y multiculturales creadas en el continente americano. El óleo Los negros de Esmeraldas (1599) del pintor mestizo Andrés Sánchez Gallque (escuela quiteña), es un documento incuestionable de la participación de los negros en la historia española. Estos personajes son caciques cimarrones. Los cimarrones eran negros huidos de los barcos europeos y que se refugiaban entre las comunidades indígenas y mestizas de la América española. Muchos acababan siendo líderes comunales, caciques. El cuadro hace referencia a Francisco de Arobe y a sus hijos, caciques de la región de Esmeraldas, en el actual Ecuador. Se pintó para rendir pleitesía al rey Felipe III, asegurando que tras unas graves revueltas contra el virrey, pasaban a ser súbditos españoles leales.

Caciques españoles negros del siglo XVII en Esmeraldas (Ecuador) 

En Europa, curiosamente, las personas negras tenían más complicada su integración social. En España, por ejemplo, se conocen casos en la documentación histórica de 'Cartas de Libertad'. Es decir, esclavos negros que conseguían la libertad de sus amos. Gracias al magnífico retrato pintado por Velázquez de Juan de Pareja (1650), conocemos el caso de este mulato (morisco) que sirvió como esclavo en el taller de Velázquez, una esclavitud amable porque era ayudante del pintor, tan bueno que él mismo acabó siendo un reputado retratista. 

De esa época también es la obra de teatro, El valiente negro en Flandes de Andrés de Claramonte (1580-1626), basada en un hecho real sobre la vida de un hombre negro que llegó a ser oficial de los Tercios españoles en Flandes. De todas formas, estos apuntes no dejan de ser curiosidades históricas que desvelan la presencia de españoles de origen africano a lo largo de la historia. En realidad, aunque demuestran esa presencia, la historia negra está tan oculta o es tan inexpresiva como permanece la comunidad negra en la actualidad. ¿Sabían que la primera comunidad emigrante integrada con segundas y terceras generaciones nacidas en España fue de origen africano?

Se trata de un grupo numeroso de personas de Cabo Verde, emigradas desde finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado a las minas de carbón de León (El Bierzo, Ponferrada y los límites con Asturias). Se da la circunstancia de que estas personas eran en realidad portugueses, muchos llegaron vía Portugal porque Cabo Verde no se independizó hasta 1975. Una emigración que resultó necesaria para un trabajo duro, pero bien pagado. Tanto que en las mejores épocas un minero podía llegar a ganar casi medio millón de las antiguas pesetas (3.000 euros), lo que facilitó la agrupación familiar de esos emigrantes.

En esa comarca minera siempre hubo un colectivo de origen africano que oscilaba entre las 1.000 y 1.500 personas, hasta la irrupción de la crisis de la minería, que supuso una nueva emigración, aunque ya dentro de España, como ciudadanos españoles. Ha sido y es un foco de estudio sociológico y de inmigración, pues aún permanece una comunidad negra importante en esa región. De esos españoles negros proviene el futbolista Valdo (Villaseca, León, 1981), que llegó a jugar en el Real Madrid y ser campeón de Europa en 2002. Datos, insistimos, que por desgracia no pasan de lo anecdótico. La comunidad de afrodescendientes españoles intenta hacerse visible en esta segunda década del siglo XXI, pero denuncian racismo y, sobre todo, invisibilidad. Los políticos, los artistas, los policías o servidores públicos afro-españoles se cuentan con los dedos de una mano.

Carmen Ada Edjang, la única policía negra española. Fuente imagen

El racismo en la sociedad española existe. Lo que ocurre, y lo cuentan los mismos negros españoles, es que es un «racismo amable», como ocurría en el Siglo de Oro. Un racismo refinado, sutil, pero que es real. Se aprecia en las preguntas que le hacen a la única policía nacional negra de España: ¿pero de verdad tú eres policía?



Gustavo Adolfo Ordoño ©
Historiador y periodista 

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