Breve historia del Movimiento Internacional de la Cruz Roja


Una institución algo relegada por la ola de ONGs que ha inundado el final del siglo XX. La veterana organización humanitaria ha sufrido cierto declive de protagonismo en las últimas décadas. En algunos países sus dirigentes han sido acusados y juzgados por malas gestiones, malversación de fondos o corrupción. Sin embargo, sigue siendo una de las primeras organizaciones (y con más prestigio) que acude a las zonas de riesgo humanitario, conflicto armado o catástrofe natural.

 El origen de la Cruz Roja estaría en el horror experimentado por el fortuito espectador de una batalla. Contienda tan cruenta que los heridos morían ante sus ojos sin atención médica. Se trata de la batalla de Solferino, librada entre la coalición franco-piamontesa y el imperio austrohúngaro, dentro de las guerras provocadas por el proceso histórico de la Unificación de Italia desde mediados del siglo XIX. Franceses y piamonteses perdieron 17.000 hombres, los austriacos cerca de 22.000 soldados. Todos esos muertos en el combate de una sola tarde de junio de 1859, contemplado por un sensible espectador, un hombre de negocios de Ginebra, Henri Dunant, quien, conmovido, decide organizar y financiar el auxilio de los miles de heridos de ambos bandos.

El romanticismo de los orígenes


En un primer momento las intenciones del empresario suizo no eran muy loables, como otro mercader más buscaba el acercamiento a Napoleón III para lograr negocios privados con él. Estamos en el siglo XIX, pero manteniendo costumbres que parecían propias de monarcas feudales o por esnobismo, muchos reyes (incluso emperadores) y estadistas  de primer nivel, gustaban de estar cerca del “campo de operaciones”. Napoleón III dirigía sus tropas desde un puesto de mando elevado, próximo a la batalla, como hacía su célebre antecesor de nombre y hasta allí se acercó el negociante Dunant. 

La batalla de Solferino se produce por no retirar franceses e italianos las tropas que desplegaron en la frontera con Austria. El emperador austriaco, Francisco José, también comandó en persona la respuesta contundente de sus ejércitos contra esas fuerzas que amenazaban sus fronteras. En Solferino, los piamonteses y sus aliados franceses logran frenarles, pero al precio tan alto que hemos señalado.

Museo Internacional de la Cruz Roja en Ginebra (Suiza)


Los primeros voluntarios

Un coste de vidas ingente y decenas de miles de heridos que llevaron a Henri Dunant a escribir un libro, Recuerdo de Solferino, donde describe con detalle su improvisado gesto humanitario. Empleó su vehículo particular como ambulancia, compró telas para vendas y medicamentos en localidades próximas y ayudado por médicos de ambos bandos y mujeres (las primeras enfermeras de campaña) del cercano pueblo de Castiglione, auxiliaron a todos los heridos que pudieron sin distinción de nacionalidades.

El relato, Recuerdo de Solferino, que conmocionó a la sociedad mundial desde su publicación en 1862 y que es la verdadera “semilla” de la Cruz y Media Luna Roja Internacionales, sigue siendo uno de los testimonios de ayuda humanitaria más apreciados y “Biblia” de muchas organizaciones humanitarias. En 1901 Dunant fue la primera persona en recibir el Premio Nobel de la Paz.

Consolidación en el siglo XX

En todas las películas de guerra podemos escuchar la famosa frase “respetando o violando la Convención de Ginebra”. La célebre convención se firmó en 1864, inspirada en el espíritu humanitario que demostró Henri Dunant, con el firme propósito de “mejorar la suerte de todos los heridos de los ejércitos en campaña”.

En 1919, el Comité Internacional creado en 1864 analizando los trabajos algo descoordinados de cada Cruz Roja nacional en el conflicto de la Primera Guerra Mundial, crea la Liga de Sociedades de la Cruz Roja Internacional (de la Luna Roja para los países islámicos y Rombo rojo para Israel y otras confesiones). Con posterioridad, sus actos humanitarios han abordado escenarios no sólo bélicos, sino también de catástrofes naturales o allí donde un desastre sacuda a la población.

Cada año la Cruz Roja elabora su informe de desastres y aunque no está ya sola en el ámbito de las organizaciones humanitarias, la labor es tan ingente que la Cruz y Media Luna Rojas, más las numerosas ONG (Organizaciones No Gubernamentales), recuerdan al joven Henri Dunant desbordado por la atrocidad que tenía ante sus ojos en esa batalla -de Solferino- que pronto cumplirá 160 años. 



Gustavo Adolfo Ordoño ©

Historiador y periodista 

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