El niño Samuel Reshevsky jugando al ajedrez en una fotografía en París hacia 1920 Dondequiera que fuera, grandes multitudes venían a verme jugar. Durante cuatro años, estuve expuesto al público. La gente me observaba, me pinchaba, intentaba abrazarme, me hacía preguntas. Los profesores medían mi cráneo y me sometían a análisis psicológicos. Los periodistas me entrevistaban y escribían historias extravagantes sobre mi futuro... (Fragmento de las memorias de Samuel Reshevsky, 1911-1992) S egún cuenta él mismo, Samuel Reshevsky , aprendi…
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