'No tengas miedo de viajar sola'; la intrahistoria detrás de esta icónica fotografía

 

Icónica fotografía conocida como American Girl in Italy de la fotógrafa Ruth Orkin

 

Florencia, Italia, a finales de agosto de 1951. Una mujer alta y de porte distinguido atraviesa la céntrica Plaza de la República rodeada de hombres que la «devoran» con la mirada. Incluso uno de ellos, el que más cerca tiene al pasar por la esquina de un café, se inclina mientras se toca sus partes para hacerla llegar con claridad su piropo o silbido de admiración. Junto a ese sujeto está otro que parece cerrar el paso a la mujer que baja la mirada. Si la imagen se convirtiera en secuencia veríamos a la joven esquivando a ese hombre, apretando el paso para cruzar de acera.


 Esta sería una descripción visual de la fotografía, que les puede parecer más o menos acertada pero que no falta a la verosimilitud de los hechos observados. Ahora bien, más de sesenta años después, la «víctima» de ese evidente acoso machista contaba al periódico The Guardian (en 2015) que en ese momento, igual que aquellos hombres, ella se estaba «divirtiendo» en medio de esa escena grotesca. Ninalee Craig tenía 23 años ese agosto de 1951 y estudiaba Arte en la ciudad de Florencia. Hacía poco más de un lustro que finalizó la Segunda Guerra Mundial y se sentía muy afortunada de poder viajar desde su Nueva York natal a la Italia de posguerra. Se consideraba una mujer libre y moderna, disfrutando de algo excepcional para la época: poder viajar sola


 Ninalee llegó a Florencia en abril de 1951, en plena primavera florentina. Disfrutaba de sus clases de arte y de sus paseos por las calles de la ciudad. En el hostal donde se hospedaba haría amistad con una fotógrafa freelance llamada Ruth Orkin. Ambas se sentían lo que hoy llaman «mujeres empoderadas», dueñas de sus vidas sin depender de una figura masculina. Ruth propuso a la estudiante de arte hacerla fotografías sobre su vida en Florencia, con la esperanza de venderlas en un reportaje al Herald Tribune, periódico con el que colaboraba. Así una mañana, después de las clases de Ninalee, salieron a pasear por el centro de la ciudad. En un momento dado, al llegar a la Plaza de la República, Ruth que llevaba su cámara se adelantó unos pasos. Al volverse para mirar a su amiga, vio esa escena donde todos los hombres de la plaza se la comían con los ojos. No lo dudó, disparó y consiguió la controvertida instantánea

 Pasados los años, ambas mujeres comentaron que sabían haber captado una escena que resultaba vulgar y denigrante para la mujer. Sin embargo, también fueron comprensivas con el «contexto histórico» y explicaron lo que para ellas, por otro lado, era una escena tan habitual esos días siempre que paseaban por Florencia. Ninalee reconoció que la agradaba ser admirada y piropeada, entendía el impacto que causaba su más de 1’80 m de altura y su aspecto de mujer extranjera. Con acertado análisis sociológico describió aquellos meses en la Florencia de posguerra, comprendiendo que hubiera siempre tanto hombre ocioso de diferentes edades en las calles por la falta de trabajo. Matizaría que su aparente rostro de angustia era una estratagema para mantenerse «digna» y no crear malentendidos con sus miradas o sonrisas. Por tanto, no se sintió denigrada ni amenazada al conocer también el tópico del carácter «piropeador» del italiano

 De hecho, la fotografía nunca llegó a publicarse en el Herald Tribune porque su Jefe de Redacción no la consideró una «exclusiva» del talante italiano. En cambio, se publicó como parte de un artículo titulado Don't Be Afraid To Travel Alone en 1952 en la ya prestigiosa revista femenina Cosmopolitan. Cuentan su protagonista y su autora que también fue usada por Kodak para sus campañas publicitarias en ese mismo sentido. Es decir, para animar a las mujeres a tener la libertad de viajar solas –y hacer fotografías- sin tener miedo. Al final, Ruth y Ninalee, acabaron satisfechas con el resultado de la difusión de esa instantánea; pues serviría para que otras mujeres pudieran experimentar en sus viajes solas la misma sensación de libertad y seguridad en sí mismas que ellas tuvieron en Florencia.

La fotografía tendría una segunda vida de “fama” cuando Ruth Orkin consiguió cierta notoriedad como artista fotográfica en las décadas de 1970 y 1980. Recuperaría esa fotografía que llegó a ser el cartel principal de la serie “No tengas miedo de viajar sola”, con el título American Girl in Italy


© Gustavo Adolfo Ordoño 

Historiador y periodista

Publicar un comentario

0 Comentarios