Los soldados musulmanes de Hitler

 

El batallón de soldados musulmanes del ejército nazi rezando en dirección a la Meca.
Son parte de la 13ª División de la Waffen-SS, fotografiados durante su entrenamiento en 1943



¡Alá es grande y hail Hitler! Sería el grito de guerra de estos soldados, miembros de la 13ª División de la Waffen-SS. Nada menos que dentro de la estructura militar de la sanguinaria SS fue la participación de estos guerreros del Islam; soldados que durante la Segunda Guerra Mundial pondrían su fuerza al servicio de la Alemania nazi. En Pax Augusta queremos contarte esta curiosa historia de los muyahidines de Hitler


 El Gran Muftí de Jerusalén era buen amigo de los dictadores fascistas inmersos en la Segunda Guerra Mundial. Primero lo fue del italiano Mussolini y a través de la mediación de este ultimo lo sería de Hitler. En realidad, conociendo los entramados geopolíticos de Oriente Próximo y de los Balcanes durante ese conflicto mundial, que los musulmanes apoyasen a los nazis no resulta una «curiosidad histórica». Desde el fin de la Primera Guerra Mundial, esas regiones estaban controladas por dos potencias europeas vencedoras: el Reino Unido y Francia. Consecuencia de la derrota del Imperio Otomano en la Gran Guerra. Por eso, resultó lógica la simpatía musulmana hacia las potencias del Eje que se estaban enfrentando a sus dominadores franceses y británicos. 

Además, a medida que se expandía la conquista militar del Eje en la región de los Balcanes, los jerarcas nazis (y antes fascistas italianos) mandados a «controlar» los «países» (parte conformaban Yugoslavia) dominados como Bosnia, Croacia y Albania, consultaron a Berlín la posibilidad de proceder a reclutar soldados en la zona, la mayoría musulmanes. Habían comprobado que eran hombres con experiencia militar, por las largas guerras civiles de los Balcanes desde inicios del siglo XX. Dado el visto bueno de Hitler, obtener el permiso de las autoridades bosnio-croatas para iniciarse el proceso de reclutamiento fue muy sencillo. Así, una de las «canteras» de soldados musulmanes para Hitler estaría en esos «Balcanes islámicos» desde los tiempos de dominación turca.

Menos conocida es la otra «cantera» de soldados nazis musulmanes, la que provenía de Oriente Medio. Serían voluntarios, no reclutas por el sistema tradicional de leva. Porque los bosnio-croatas eran reclutados como hombres en edad militar en una «provincia» del Reich. En cambio, los árabes y norteafricanos musulmanes que se alistaron en las filas de Hitler fueron voluntarios auspiciados por Amin al-Husseini, el mencionado Gran Muftí de Jerusalén. Aprobada por el führer en 1941, esta milicia de voluntarios musulmanes llevó el nombre de Legión Árabe Libre. Una forma de mostrar este nacionalista árabe palestino, al-Husseini, su simpatía a Hitler y de dar un paso más en su «resistencia» contra las potencias aliadas administradoras de la región. Sobre todo, pensando en apoyar la revuelta pro-Eje que se dio en gran parte de Siria y en Irak.


Un soldado musulmán en la milicia incorporada al ejército nazi
con la insignia de la Legión Árabe Libre


El levantamiento árabe simpatizante nazi en Oriente Medio contra los Aliados fue derrotado por fuerzas conjuntas franco-británicas en 1942. Muchos de esos «rebeldes» en su huida acabaron alistándose en la Legión Árabe Libre. De todas maneras, no fue una fuerza militar destacada. Acabó destinada en el frente de Grecia, cuando los alemanes fueron a ayudar a los italianos en la conquista del país heleno, monopolizando los nazis esa campaña. Los soldados musulmanes de esa legión serán usados más como policías represores de la población griega que como fuerza de combate. De hecho, al morir la mayoría de sus oficiales fueron retirados del frente en 1943, quedando en la retaguardia. 

 Sin embargo, la 13ª Waffen SS Gebirgs-Division der Handschar compuesta en su mayoría por los musulmanes bosnio-croatas-kosovares-albaneses de los Balcanes sí tendría una participación más destacada en la guerra. Se decidió entrenar a esta división musulmana en la Francia ocupada, para evitar las posibles deserciones. Una vez lista para el combate fue llevada, precisamente, al frente yugoslavo en enero de 1944. Allí participó en las más duras batallas en suelo bosnio y serbio. Fue empleada también para la represión de la población civil y de la resistencia partisana. Un año después, al inicio de 1945, esa fuerza militar nazi de musulmanes estaba en desbandada tras la evidente derrota de Hitler. Solamente los más fieles a la ideología del III Reich siguieron combatiendo en frentes como el austriaco, rindiéndose a los británicos en mayo de ese año. 

Soldados musulmanes bosnio-croatas de la 13ª División SS leyendo un panfleto contra los judíos. Llevan el uniforme de paseo, con el gorro Fez característico que en las SS era de color verde



Tuvieron facilidades para integrarse en tan ideológicamente extrema y radical fuerza nazi como eran las Waffen SS; un cuerpo militar muy singular, disciplinado pero con un carácter que rozaba el sadismo en sus acciones. Fue el mismo jerarca nazi que las dirigía, Himmler, quien otorgó esos «privilegios» basados en la idiosincrasia islámica de no poder comer cerdo, beber alcohol y, sobre todo, poder rezar cinco veces al día dirigiendo sus oraciones a la Meca. Desde luego, los nazis eran permisivos por pragmático interés cuando se trataba de conseguir una «masa soldadesca» para luchar en sus campos de batalla.
 


© Gustavo Adolfo Ordoño 
    Periodista e historiador

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