Las ciudades utópicas, una historia del siglo XIX a recuperar

 

Ciudades utópicas. Imagen aérea de un kibutz (comunidad agrícola). Los Kibutz en Israel quizá sean de las pocas utopías urbanas llevadas a cabo
                                                                                                                                                                      

  
 Una noticia reciente relacionada con las protestas sociales en Estados Unidos contra el racismo sistemático en ese país, ha recuperado una idea utópica que se desarrolló en gran medida durante el siglo XIX. Se trata de construir una ciudad de la nada llamada Freedom. Un proyecto ideado por familias negras que están comprando terrenos en Wilkinson County (Georgia, EEUU). El propósito es utópico, desde luego. Crear un «espacio libre y seguro para personas negras», algo que parece imposible en EEUU. Una idea que puede parecer segregadora, estar contra la misma filosofía que quiere combatir, pero que cuenta con todos los componentes de las utopías. Los planes utópicos no son más que proyecciones para «construir el futuro». Pensar como debe ser «algo ideal» desde pautas racionales, aunque buscando la estabilidad -"felicidad"- completa de mente y cuerpo.

Ese sería el propósito de las llamadas ciudades utópicas y de las comunidades basadas en la utopía. De las primeras, las ciudades, existieron verdaderos proyectos urbanísticos algunos llevados a cabo. En cuanto a las segundas, las comunas, se basaban en la organización social ideada por algunos socialistas utópicos como Charles Fourier (1772-1837). Su utopía de los falansterios consistían en cooperativas donde se procuraba la colaboración de toda la comunidad en una propiedad colectiva. Para ello se ejercía una organización racional del trabajo y también de la vida social que esas relaciones productivas generaba. Las ciudades utópicas, en cierta forma, también buscaban ese cooperativismo en su estructura y funcionalidad. 

  Desde las primeras décadas del siglo XIX se tuvo constancia de la necesidad de revisar los modos de vida de las ciudades. Sobre todo por las consecuencias que tenía la revolución industrial en el desarrollo de las ciudades. Considerando que la utopía social se sustentaba en un nuevo tipo de relaciones sociales, había que crear una nueva sociedad pero en una «nueva ciudad». La teoría utópica expuso que no se debían crear esas noveles «formas de vida» en el seno de las existentes ciudades industriales en auge. La práctica tenía que partir de cero, construir pensando en una sociedad sostenible y colaboradora. Los espacios de la urbe debían estar pensados para la eficacia productiva y laboral de los habitantes, pero privilegiando su bienestar cívico-social

Las ciudades utópicas, esta Real Fábrica de Salinas en Francia se quedó en proyecto


El proyecto de Freedom, una ciudad-comuna para negros que ahora nace en Estados Unidos, tuvo una inspiración en el activismo social. Ashley Scott, su promotora, es una mujer americana negra agente inmobiliaria de profesión. Quería ser activista, manifestante en las protestas contra el racismo, pero el miedo a la posible violencia policial y a la pandemia de Covid-19, la hicieron buscar otra alternativa. Como los utópicos sociales del siglo XIX, esta mujer ha ideado un proyecto de comunidad donde las relaciones sociales serán justas e igualitarias. No se prohibirá el acceso o residencia de las personas blancas. La población construirá edificios de servicios «públicos» accesibles para todo el mundo.

  Muchos de esos proyectos de «ciudades utópicas» acabaron fracasando al poco tiempo de su fundación. La causa principal casi siempre fue el “realismo” de la imposible puesta en práctica de la «teoría utópica». Veamos algunas de las más curiosas ciudades o comunidades utópicas de la historia: 

.- La «Colonia Industrial» de Richard Owen (1771-1858). Por matrimonio, Owen consiguió ser copropietario de la fábrica escocesa de New Lanark en 1798. Allí organiza sus primeros proyectos urbanos, creando alrededor de su fábrica un nuevo concepto de colonia industrial. Para Owen, considerado el principal socialista utópico británico, el trabajo humano es la medida de todas las actuaciones cívicas. Quiso poner en práctica la idea de crear desde cero una nueva sociedad, por lo que en 1825 funda una colonia-cooperativa en New Harmony (Indiana, EEUU). El fracaso fue total y en 1828 debió regresar a Gran Bretaña casi arruinado. Los kibutz de Israel estarían inspirados en estas colonias de Owen y en los falansterios de Fourier. 

.- El proyecto de «Ciudad Ideal» Royal Arc-et-Senans. En realidad se trataba de un singular proyecto arquitectónico para una fábrica de sal, trazado durante la Ilustración en Francia. Su plan urbanístico fue racionalizar los edificios industriales y las tareas asignadas a esos edificios según un orden racional «filosófico». Esta “Real Salina” fue diseñada por el arquitecto Claude-Nicolas Ledoux, un adelantado a su época, en 1775. Ideó un complejo semicircular que facilitaba una organización jerárquica del trabajo. Junto a él iría la construcción de una ciudad ideal, que nunca se llevó a la práctica tras el comienzo de la Revolución Francesa. 

Palmanova, ciudad utópica que sí se realizó pero que no fue "perfecta"


.- Palmanova, la ciudad estrella. Hemos querido reseñar esta «ciudad utópica» como ejemplo de precedente más claro en ese ideal de buscar la ‘ciudad perfecta’. Es un pensamiento presente en la humanidad, desde la misma República de Platón. En el caso de Palmanova (Udine, Italia) estamos en el final del Renacimiento (siglo XVI), cuando se comenzó a racionalizar la construcción de los edificios según su funcionalidad. Es una ciudad fortaleza en forma de estrella con sus puntas como defensas, construida según las últimas técnicas de ingeniería militar de la época. Concebida para albergar una comunidad auto suficiente, que soportara largos asedios y frenase las posibles incursiones de los turcos a Venecia. Ni que decir tiene que su fracaso estuvo en que nadie, salvo los soldados, quisieron vivir en una ciudad con tanto peligro de ser atacada. Ahora es una de las principales atracciones turísticas de la zona. 

 

 © Gustavo Adolfo Ordoño

    Historiador y periodista 

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