Polvorones de Navidad para una guerra en el desierto

Obrador artesano de mantecados y polvorones en una fotografía de la década de 1950, cuando aconteció la minusvalorada Guerra de Ifni entre el invierno de 1957 y la primavera de 1958.
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 La Navidad es una época aprovechada en la Historia para dar noticias malas que se deben olvidar rápido o para endulzar las pésimas que se preferirían ocultar. Sobre todo cuando afectan al orgullo militar y al «honor patrio». El régimen franquista esperó un mes para dar información oficial sobre un conflicto bélico que los españoles ignoraban en sus pormenores principales. El 22 de diciembre, día señalado por ser el del sorteo de la Lotería Navideña, cuando todo el mundo estaba pendiente de que saliera el Gordo de Navidad, se hace llegar a toda la prensa española el discurso que el ministro del Ejército, teniente general Barroso, había dado el día anterior en las Cortes de Procuradores. Las informaciones sobre el Congreso eran escasas y muy formales, pues la dictadura no quería protagonismo para un parlamento orgánico constituido con la intención de dar una mínima apariencia «democrática». Solían, además, aparecer en las «aburridas» páginas interiores en la sección política del Movimiento Nacional.

Así, el hecho reconocido oficialmente que ocurrió el 23 de noviembre de 1957 del ataque de fuerzas paramilitares contra Ifni, el enclave español rodeado por un Marruecos ya independiente, se informaría con un perfil bajo y confuso a la supuesta «opinión pública» española. Es algo que se percibe comparando las informaciones anteriores a ese comunicado que aparecieron en la prensa, sobre todo en la de carácter provincial. Diarios de Canarias o de Alicante, por ejemplo, recogían el término guerra cuando en las informaciones oficiales se intentaba evitar esa palabra. Con toda la cautela que obligaba la censura, pero de manera subconsciente, la gravedad de los hechos se dejó entrever en los anuncios y noticias de las campañas navideñas que apremiaban a cada provincia española en obtener el «aguinaldo de Navidad» para los jóvenes soldados tan lejos de su casa. 

No se registran actividades de importancia en los
territorios españoles de África Occidental 
SE HAN PRODUCIDO ALGUNOS TIROTEOS EN IFNI Y SAHARA


Fotograma del NODO Nº 781 que informaba de los preparativos de Navidad en España de 1957, mencionando las campañas de recogida de "regalos navideños" para los soldados de Ifni


Se apelaba a sentimientos patrios y cristianos de atender a los soldados de reemplazo en esa Navidad, para que la pasaran lo mejor posible lejos de los suyos. Aunque también se trasluce en la prensa local la preocupación de la sociedad provincial por «sus hijos»; ante lo que al principio parecía solo una mili en un lugar lejano y ahora resultaba un incierto conflicto bélico del que nadie daba detalles concretos de la situación real. Incluso cuando es una organización política-social como Falange la que organizaba la recolecta de aguinaldos, vemos que se apela más al acto simbólico y humano de reconfortar a esos jóvenes que a la bandera de los valores del nacionalcatolicismo. Leyendo esas informaciones en la prensa de provincias, el ciudadano podía sentir más cerca a sus paisanos o familiares que allí estaban destinados realizando el servicio militar obligatorio (SMO)

En las páginas interiores del diario alicantino Información (*) del día 18 de diciembre de 1957 leemos informaciones como esta: "Solidarios de su esfuerzo y partícipes de la firme voluntad que les anima, los alicantinos estaremos también presentes en Ifni a través del aguinaldo de nuestra provincia. Vinos y licores, turrones, cualquier otra de las producciones más características del solar alicantino, pueden y deben ser enviadas para integrar esta aportación que debe ser inmediata si queremos hacerla llegar oportunamente a su destino..." En este periódico de Alicante se aprecia toda la urgencia por hacer llegar el «confort navideño» a los jóvenes soldados, sabedores que justo en esas fechas el reemplazo destinado a África tenía un gran componente reclutado en esas tierras del levante español. Pero ese interés por apremiar a la sociedad alicantina en recaudar el aguinaldo luego no tuvo seguimiento. Nadie informó, ni en este medio alicantino ni en otro periódico español, que esos regalos llegasen a tiempo y completos.

Reparto de víveres en tropas destinadas en el África Occidental Español.
Fotograma del NODO de 1957


No pudiendo usar la hemeroteca de la época para rastrear el resultado de ese gran campaña propagandística navideña, orquestada para subir el ánimo de soldados y de sus compatriotas ante ese conflicto que costaba llamar guerra abierta, debemos hacer caso a los testimonios de sus participantes. El fiasco que supuso la pésima intendencia que se organizó para hacer llegar esos aguinaldos se puede deducir conociendo tanto los testimonios de ex combatientes como recordando la situación real del país. Las carreteras seguían siendo deficitarias y en los puertos no se contaba con barcos adecuados para llevar a tiempo tal cantidad -muchos perecederos- de «presentes navideños». Tampoco la vía aérea fue la solución, los mejores aviones se destinaban para el transporte de tropas. Al final, consta que entre febrero marzo de 1958, tres meses del inicio de la guerra y con la Navidad más que acabada, llegaría para algunas unidades un frugal paquete navideño consistente en sidra achampanada y un rancio surtido de dulces

Fotograma del NODO de 1957 sobre los preparativos por la llegada de la Navidad


Polvorones secos y turrones rancios como simbólico detalle para pasar una Navidad como en casa en una región desértica. Como esta otras posibles ideas propagandísticas del espíritu patriótico que todos los países en guerra han contemplado en su momento, pero que la dictadura convirtió en reflejo de su idiosincrasiaCorruptelas en mandos medios, corrupción en las altas esferas, haría que la mayor parte de esos miles de aguinaldos preparados por los españoles para sus «jóvenes en guerra» se quedasen en otros manos. De todas maneras, el mayor reproche es haber primado la propaganda en lugar de la buena logística y haber empleado mejor esos esfuerzos en el envío de material más útil; como unas buenas botas o nuevos uniformes.


Gustavo Adolfo Ordoño ©
Periodista e historiador

(*) Consultado en: VIDAL GUARDIOLA, LORENZO M.: IFNI, 1957-1958 la prensa y la guerra que nunca existió. Almena Ediciones (2006)
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