El fenómeno O.V.N.I. (Objeto Volante No Identificado), también conocido por las siglas en inglés como UFO (Unidentified Flying Object), tuvo su auge de difusión y de interés popular en el periodo coincidente con los años más convulsos de la Guerra Fría. Las bombas nucleares de Nagasaki e Hiroshima, el recuerdo de las V-1 y V-2 (los cohete bomba de Hitler), la paranoia por las pruebas de nuevas armas secretas y más mortíferas que cada bloque (capitalismo y comunismo) realizaba en sus bases militares secretas, llevó a la población mundial a un estado de temor y preocupación por esas amenazas que facilitó el desarrollo de la Ciencia Ficción
“La guerra de los mundos” de Herbert George Wells
El precedente más sonado (nunca mejor dicho) es la versión radiofónica que en 1938 realizó el entonces desconocido cineasta norteamericano Orson Welles de la novela escrita a finales del siglo XIX por el precursor del género de ciencia ficción, el británico H.G. Wells. La adaptación de Orson Welles y el Teatro Mercurio para la CBS fue en formato noticiario, haciendo creer a todos los radioyentes, que no habían oído la introducción aclaratoria, que la caída de varios meteoritos en el estado de Nueva Jersey era en realidad la invasión de naves marcianas.
Esta ingeniosa versión en las ondas radiofónicas de una supuesta invasión de un enemigo exterior, del espacio, contada por H.G. Wells en su novela, se realizó en el periodo de entreguerras, cuando el ambiente político internacional estaba en su época más tensa en Europa, con la consolidación de los estados totalitarios fascistas. Supuso una demostración del cada vez mayor poder de los medios de comunicación de masas.
La ufología, ciencia para muchos y fenómeno popular para otros
Los diccionarios de las distintas lenguas debieron adoptar términos como ovni o ufología a partir de 1945, cuando el hombre dominaba ya el espacio aéreo. Sin embargo, la historia de los "avistamientos" de ovnis se remonta, según los expertos en esta disciplina de investigación, a la Antigüedad. Curiosas interpretaciones de textos de la Biblia, por ejemplo, harían mención a la observación de estos objetos, siempre luminosos y voladores. Lo que serían señales divinas pueden ser también avistamientos de objetos voladores no identificados (OVNI). Como se puede leer en Ezequiel 1: 5-24.
Otra teoría es la que atribuye a determinadas pinturas rupestres de la prehistoria, la representación de objetos voladores. Son símbolos geométricos o circulares sin un significado aparente, aunque algunos puedan tener relación con la observación del cielo, teniendo una explicación racional. El hombre, desde su origen como especie, ha observado el firmamento, con curiosidad, temor y respeto. La caída de meteoritos, estrellas fugaces, fenómenos naturales celestes de diferente índole, habrían sido inmortalizadas en estas representaciones humanas. Sería una teoría razonable, pero los defensores del fenómeno OVNI, con la misma razón, pueden argumentar que esos dibujos representan objetos voladores no naturales.
Los Expediente X y los expedientes no tan misteriosos
Las historias de aviadores de la II Guerra Mundial y de pilotos en la posguerra que relatan encuentros en el aire con naves extrañas son numerosas. Los relatos de “encuentros en la tercera fase” con abducciones individuales o en masa (“Triángulo de las Bermudas”) abundan en la literatura y en los medios de difusión de los años cincuenta y sesenta del pasado siglo. Revistas especializadas, documentales, películas, informes científicos, investigaciones militares… toda una bibliografía que denota el gran interés que esos fenómenos suscitaban.
Gran cantidad de información, aunque mucha sin contrastar científicamente. Incontables noticias con fuentes más o menos seguras. Fueron los científicos de una "nueva ciencia" del siglo XX, los sociólogos, los que introdujeron una primera explicación más científica y racional del fenómeno. En las sociedades del bloque soviético el fenómeno OVNI era considerado una extravagancia de los “ignorantes” capitalistas.
Aunque tuvo sus seguidores a nivel popular (clandestino, como mucha otra literatura en la URSS), oficialmente el expediente UFO era visto como una propaganda anticomunista: se trataba de propagar subliminalmente el sentimiento de terror hacia el armamento nuclear y el desarrollo tecnológico del enemigo soviético. La invasión marciana era, en realidad, la “invasión roja”.
Ovnis, protagonistas de cintas Super8 y de vídeo
Esa explicación sociológica tuvo una interpretación marxista, que es una teoría contrastada. Aunque hay que profundizar en su explicación. En efecto, la proliferación de datos sobre ovnis tuvo una parte de “guerra psicológica” entre las dos superpotencias. No obstante, interpretaciones más aceptadas por los analistas son las que hablan de una psicología colectiva afectada por un viejo temor común: el miedo a lo desconocido, a lo que está por descubrir y al desarrollo de las nuevas tecnologías.
Las películas de Super8 caseras que registraban el vuelo de estos objetos dejaron paso a las cintas de vídeo. El género fantástico tuvo en la Ciencia Ficción un aliado magistral. La industria del cine aprovechó esta temática al máximo. Y aunque no ha sobrevivido en la era de Internet con el mismo esplendor, circulan por la red nuevas versiones de estos encuentros con naves extraterrestres. Al final, la mayoría no pasa el filtro de los expertos y se determina que son creaciones de ficción o imágenes de curiosos fenómenos naturales.
Desaparecido el bloque soviético, se consideraba terminada la Guerra Fría y, curiosamente, la disminución de información e interés por el fenómeno OVNI transcurrió paralela a los años en los que el mundo más allá del 'Telón de Acero' se va disolviendo. Los años noventa del siglo XX significan el comienzo de la decadencia del fenómeno UFO y de su supuesta credibilidad. Hoy en día, varios gobiernos, como el británico, han desclasificado sus informes. Todos estos documentos desclasificados sólo han reafirmado la confusión y ambigüedad sobre las investigaciones de los casos OVNI.
Sin embargo, el interés acerca de estos fenómenos no ha desaparecido. Existe incluso un repunte de la atención por este misterio. Rebrote de ese singular interés por lo desconocido que algunos achacan a ser época de crisis e incertidumbres...
© Gustavo Adolfo Ordoño
Historiador y periodista
0 Comentarios