Fotografía de una miliciana republicana que se atribuye a Gerda Taro, fue icono de esta web cuando era un blog / |
Gerda Taro en realidad se llamaba, Gerta Pohorylle. Había nacido en 1910, en Stuttgart, en el seno de una familia de judíos de clase acomodada. Fue detenida varias veces por su activismo socialista, huyendo de las persecuciones nazis antisemitas a París en 1934.
Nace Robert Capa, gracias a Gerda Taro
En la capital francesa conoce a André Friendmann, un joven atractivo y
desaliñado que malvive como fotógrafo. Es judío como ella, pero es hombre, lo
que le abría más puertas en un mundo, el periodismo gráfico, aún totalmente masculino. André le enseña el oficio, los dos
intentan en los azarosos años treinta ganarse la vida vendiendo sus fotografías.
Las cosas no van bien y Gerda tendrá una brillante idea. Inventa un
personaje: Robert Capa,
un prestigioso reportero gráfico.
Robert Capa, en realidad André Friendmann, en el Desembarco de Normandía |
Inteligente, bella y con fuerte carácter, Gerda sacrifica su ego para el beneficio de la pareja. Consiguen contratos con agencias importantes gracias a esa inventada «marca Capa», a la que da cara su parte masculina. Las fotografías que venden bajo el sello Robert Capa son realizadas por igual y con excelente factura, resultando difícil hoy día saber la autoría de muchas de las fotografías de esa época.
El plan es propio de toda una
profesional del marketing. Con ese nombre tan «mediático» vencía no sólo los prejuicios
hacia su trabajo por ser mujer, asimismo evitó la creciente intolerancia por
todo lo judío que se estaba dando en Europa. Robert Capa bien podía ser el
nombre de un estadounidense de origen italoamericano, como así lo hicieron
creer y así les permitió entrar también en el mercado de la prensa
norteamericana.
Es cuando Gerta o Gerda cambiará
su apellido por Taro, haciéndose pasar por la agente del reputado e inventado
por ella reportero gráfico, Mr. Capa. Este fotógrafo de prensa sería uno de los pocos reporteros en exclusiva
que pudieron cubrir con sus imágenes el desembarco en Normandía, del que se
cumplieron recientemente los 75 años, lo que hablaba del gran prestigio adquirido en la época como reportero de conflictos bélicos. No en vano, Robert Capa acabaría sus días «en acto de combate» documentando la guerra de Indochina en 1954.
Un final abrupto para la pareja
En 1936 se fueron a cubrir la Guerra Civil Española y las fotografías que mandan son todas bajo el
nombre de Capa. Cubren todos los frentes, Andalucía, Aragón, Madrid… ella cada
vez se va implicando más en la causa republicana. Los conocidos y amigos
de la pareja cuentan que era Gerda quien animaba a Robert a que su obra
tuviera una conciencia más social sobre lo que estaban viviendo. Debe ser por
estos días que ella reclama independencia en su trabajo y firma.
Gerda decide vender parte de su
obra como independiente, quiere darse a conocer como mujer fotoperiodista.
La pareja se distancia, quizás también por la negativa de ella a casarse. Sus
ansias de libertad hacen que André se quede con la firma Robert Capa y ella comenzase a firmar como G. Tardo. Sin
embargo, su vuelo en solitario fue muy corto. En un repliegue de las fuerzas
republicanas, en las cercanías de Brunete, mientras fotografiaba la retirada,
un tanque la atropelló accidentalmente. Era 1937, murió tras una larga agonía,
una semana después hubiese cumplido los veintisiete años.
La foto encontrada por casualidad que se ha confirmado como la última hecha a Gerda Taro |
Hace ahora tres años, el mes de enero de 2018, un ex soldado e historiador británico, John Kiszely, publicaba en su cuenta de Twitter una fotografía donde varios usuarios de la red social comentaron la duda sobre si la mujer que es atendida por un médico de las Brigadas Internacionales, herida grave, podría ser Gerda Taro. El médico era el padre de Kiszely, un médico húngaro que decidió ser voluntario en la Cruz Roja Internacional durante la Guerra Civil española. Al final, hilando sobre la historia de cómo llegó la fotografía a manos del británico, el periodista cultural Carlos Amor, de RTVE, encontró el documento audiovisual que confirmaba la identidad de esa mujer como la de Gerda Taro. Se trataba de una grabación archivada en el Imperial War Museum de Londres, donde el padre de John Kiszely, el médico de la foto, confirmaba que atendió a Gerda, identificándola como la mujer de Capa. En realidad, estaba atendiendo al «auténtico» Robert Capa.
Gustavo Adolfo Ordoño ©
Historiador y periodista
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