África: jefes de Estado condenados


Charles Taylor es el primer jefe de Estado africano condenado por el Tribunal Internacional de la Haya. En realidad es el primer jefe de Estado juzgado y condenado por crímenes de guerra en un tribunal internacional desde los juicios de Nuremberg. Ocurría el pasado 30 de mayo y la condena era a 50 años de cárcel por crímenes guerra y de lesa humanidad… y tan lesa. Siempre me ha intrigado que significaba exactamente eso de “lesa” que unido a Humanidad resulta tan impactante. No es lo mismo, desde luego, decir condenado por “crímenes contra la humanidad” que de lesa humanidad. 

El diccionario de la Real Academia Española dispone: Agraviado, lastimado, ofendido. Se dice principalmente de “la cosa” que ha recibido el daño o la ofensa… las comillas en “la cosa” son mías. 

La “cosa” que ha recibido el daño son más de 50.000 muertos en la guerra civil de Sierra Leona que Taylor alentó en su interés, armando y dando apoyo militar a los rebeldes del Frente Revolucionario Unido (RUF), para conseguir los tristemente célebres "diamantes de sangre" (en las sierras de la zona abundan esas piedras preciosas que son extraídas y controladas por mafias locales y los “Señores de la guerra”). La sentencia hace hincapié precisamente en su mezquino proceder como jefe de Estado de Liberia, país vecino de Sierra Leona y que durante más de diez años (1991-2002) sufrió una guerra civil sin que el presidente liberiano hiciera nada para promover la paz en la región; todo lo contrario, se enriqueció con diamantes manchados de sangre en una cruel contienda donde se cometieron atrocidades que a la cosa (humanidad) lesa. 

Lesa humanidad, las cosas de lesa eran mutilaciones, violaciones y secuestros de niños y niñas para convertirlos en esclavos, soldados de la guerra y esclavas sexuales. Las secuelas de la tragedia humana vivida llegan a las imborrables huellas que de ella son los inocentes niños nacidos de esas violaciones. Repudiados muchas veces por las jóvenes madres (casi niñas en muchos casos) por ser fruto del estupro y la violencia, acababan en manos de los guerrilleros sin escrúpulos o estigmatizados para siempre.



No de lesa humanidad han sido considerados los actos de Hosni Mubarak pero sí de suma gravedad contra la sociedad civil de la que era jefe de Estado. Esta mañana, 2 de junio, el tribunal egipcio que le juzgaba ha anunciado su condenada a cadena perpetua por los crímenes cometidos durante las protestas de la conocida como “primavera árabe” en El Cairo, en enero de 2011. Como presidente y máximo responsable del país su culpabilidad era evidente en la represión contra los manifestantes que causó centenares de muertos. También su “brazo ejecutor” en esta represión, el ministro del Interior Habib el-Adli, ha sido condenado a cadena perpetua.

En cuestión de una semana la “lesa humanidad” se ha quitado dos losas del tamaño de un continente, África. ¡Enhorabuena para los africanos! Enhorabuena para la Humanidad. Disfrutemos de estas dos buenas noticias y que le den por “lesa trasera” a la crisis económica.



Gustavo Adolfo Ordoño ©
Periodista e historiador

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