Documentando a Caín

Caín matando a Abel. Pintura del siglo XV


 La figura bíblica de Caín ha seducido a muchos pensadores, no sólo cristianos, por representar el primer crimen cometido en la humanidad y publicitado como ejemplo de la violencia innata del género humano. Dios vuelve a castigar a los hombres, primero fue la expulsión de sus padres, Adán y Eva, del paraíso divino y luego al mismo Caín tras asesinar a su hermano menor, Abel, que es condenado a dejar el paraíso terrenal (Edén)  para vagar por la ‘Tierra de Nada’ (Tierra de Nod, en la Biblia). Es curioso, Caín vaga por la tierra de nada, condenado por dios, pero es el primer hombre que se “asienta”, que funda una ciudad, que se convierte en “Creador” también.

La prehistoria se caracteriza por estar formada de clanes humanos errantes, que vagan de tierra en tierra buscando los mejores recursos para subsistir. Serían unos “primeros Caínes” vagando por el mundo hasta que su “marca” de humanidad (como la que otorgó Dios a Caín) les hizo asentarse, crear los primeros poblados y civilizaciones. La arqueología y paleontología, nos cuenta nuestro colaborador habitual, Luis Pérez Armiño, ha podido documentar casos de asesinatos o de crímenes en los albores de la humanidad.

La metáfora bíblica nos sirve doblemente. El yacimiento de Shanidar cuenta con los restos de un individuo deforme y enfermo que llegó a edad avanzada gracias a los cuidados de sus congéneres, sus “hermanos”, otra “marca/rasgo” de humanidad, a pesar de ser un clan de neandertales. También están los restos de un individuo con una herida mortal de arma en un costado; por el tipo de herida parece ser hecha con un arma más sofisticada que las usadas por los neandertales, lo que ha supuesto que fue víctima de un ataque de los sapiens. Caín cuando fue preguntado por Dios sobre dónde estaba su hermano, contestó con arrogancia: “No lo sé. ¿Acaso es mi obligación cuidar de él?”

La pregunta se las trae. Caín sabía que sí era su responsabilidad, como humano, cuidar de él; pero en esa “preocupación” también estaba la envidia y el temor a verse relegado, menospreciado, a favor de su hermano...por eso le asesinó. 

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