Nuestra imaginación pudo acabar con los neandertales


Recreación de un individuo de la especie neandertal. Fuente imagen



 Sigo con el tema expuesto en la penúltima entrada de Pax augusta, sobre la extinción de otras especies humanas que convivieron con la nuestra; la única que queda entre las especies animales del género humano. Centrándonos en el caso del Homo neanderthalensis, tan interesante por los constantes descubrimientos de esa especie. Está comprobado que eran humanos muy corpulentos; unos auténticos "hombres de las nieves", por su excelente adaptación a los climas fríos. Por eso su extinción hace unos 40.000-30.000 años abre muchas interrogantes. ¿Si estaban mejor adaptados al frío de las regiones europeas por qué se vieron desbancados en ese continente por los Sapiens?

Tampoco hay que ser un científico de Harvard para saber que el tamaño y la fuerza no garantizan una supervivencia en el reino animal, pero los estudios de la evolución humana siempre destacan el determinismo que la genética supone para lograr sobrevivir. Permanecer en el planeta y lo mejor adaptado posible, es lo que ha conseguido nuestra especie, tanto a nivel cognitivo como físico. Las teorías que están teniendo más consenso sobre las posibles causas de la desaparición del neandertal, dejándonos toda la Tierra para nosotros, son las relacionadas con la capacidad de imaginar y de construir ficciones que tenemos los sapiens, que no llegaron a tener, supuestamente, los neandertales.

Es decir, un humano de nuestra especie fue capaz de imaginar que un león era un ser especial, que daba fuerza y poder a su clan para seguir sobreviviendo, inventando historias de un gran felino que se aparecía junto al río y transmitía su energía a los "elegidos", a los chamanes. Los neandertales, por lo visto, para sobrevivir se dedicaron sin más a cazar, a buscar abrigos naturales, reunirse junto a un fuego y a tener relaciones sexuales. Se ayudaron de ciertas herramientas para ello, las más prácticas para lograr sus fines, sin sofisticar; incluso, se adornaron con collares o plumas, pero sin "montar" películas con ello. Esta "falta de imaginación", a la larga, iba a ser mortal.


Una pieza extraña y única, datada ahora en 40.000 años, cuando compartíamos Europa con los neandertales.
El hombre-león de Ulm


 Si poseían la capacidad del lenguaje, fundamento que se ha comprobado al confirmar que tenían la misma mutación en el gen FoxP2, asociada a los humanos al habla, resulta confuso que no la utilizasen para la abstracción y el uso de la imaginación. Parece que, como con las herramientas (no inventaron el arco o la azagaya), hicieron un uso "funcional" del habla, no la "tecnificaron" en exceso. Solo la utilizaban para coordinar sus actos en sociedad, como la caza o el reparto de tareas. Siendo poblaciones pequeñas, un dato que está también confirmado, no llegando a más de 50.000 individuos en todas las épocas y en un vasto territorio que abarcaba desde Oriente Próximo, pasando por Euroasia, hasta Gibraltar, no utilizar la capacidad cognitiva y el habla para imaginar fue una mala idea por parte de los neandertales.

¿Por qué esa falta de "imaginación" pudo ser una causa de la desaparición de los neandertales? Los especialistas apuntan que la cohesión social lograda entre los sapiens fue mucho más eficaz y sumaba mayores poblaciones, gracias a la capacidad de recrear ficciones. Realidades imaginadas, compartidas por gran número de personas aunque fuesen de diferentes tribus proporcionaba "confianza". Los neandertales en sus organizaciones sociales básicas (clanes) rara vez sobrepasaban los 50 sujetos. En comunidades que apenas distasen una decena de kilómetros, tenían un lenguaje diferente y desconfiaban entre ellos para comunicarse o aparearse aunque fuesen de la misma especie. Parece que sólo se fiaban y lograban entenderse con círculos muy cerrados. En el caso de los Homo sapiens era todo lo contrario. Está demostrado el comercio desde época pre agrícola.

Los neandertales "archivaban" información básica y práctica sobre la ruta de ciervos o el paso de leones por una cañada. Sin embargo, ante un cambio inesperado que significase un reto, no podían adaptar su comportamiento social con rapidez, por no usar la imaginación. El sapiens, nosotros, gracias a lo que muchos autores llaman 'Revolución Cognitiva', pudimos imaginar que un espíritu tribal (hombre-león) había conducido a los ciervos hasta otra cañada donde era más fácil cazarlos, transmitiendo esa información al mayor número de poblaciones y lograr así una gran cacería para alimentar a cientos de individuos. También hay pruebas de que tras esa caza masiva se organizaban "fiestas", festines multitudinarios para esa época, dando gracias a esa realidad imaginada del hombre-león (o mujer-leona, porque hay teorías que la hacen una figura femenina). 

La imaginación al poder... algo que no supieron nuestros primos hermanos los neandertales



© Gustavo Adolfo Ordoño 
    Periodista e historiador


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3 Comentarios

  1. Que valentía con estas afirmaciones, todo lo que digamos sobre los neandertales son meras especulaciones. Si no tenían capacidad para trasmitir conocimientos, por qué enterraban a sus muertos? Por qué lucían collares y marcaban sus herramientas?
    En definitiva no quiero que te lo tomes a mal, simplemente que es un tema que me gusta y no creo que las respuestas se encuentren tan rápidamente.
    Te propongo que busques información sobre el yacimiento del Abric Romaní, su estudio está a cargo de Eudald Carbonell, te aseguro que algunas de las cosas que proponen te sorprenderan.
    Encantado de leerte y poder discrepar contigo, sin debate no hay Historia, y menos Prehistoria.

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  2. Gracias por comentar. En realidad no deberías decir que discrepamos. Mi artículo siempre insiste en que son teorías e hipótesis. Además, digo que transmiten conocimientos, como dónde están los mejores sitios de caza y que se decoraban, pero todo desde un punto cognitivo sin "abstracción", de forma pragmática. Mi texto también tiene bibliografía que también te invito a leer, es un resumen del primer capítulo de "De animales a dioses", de Yuval Noah Harari (Editorial Debate). Saludos!

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  3. Insisto y recuerdo: desde la primera línea las afirmaciones son hipótesis: Nuestra imaginación"pudo" acabar con los neandertales. Siempre se insiste en el "supuestamente". Está claro que todo son formulaciones y teorías, es muy complicado afirmar qué ocurrió, en verdad, con los neandertales según lo que conocemos de ellos. Gracias por vuestro interés!!

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