No sé si es bueno o malo. Lo que
se puede decir es que resulta frecuente. En España nos anticipamos a los hechos
mundiales como si el país fuera un campo de pruebas, una probeta o una cobaya.
Ocurrió con la guerra de guerrillas contra Napoleón Bonaparte, en el siglo XIX.
Sucedió en la guerra de Cuba, con una marina de navíos de acero de guerra
moderna, la de EEUU, contra las valientes pero viejas fragatas españolas de
madera del Cantábrico. Pasó en la Guerra Civil, con los bombardeos masivos
contra ciudades y población civil, algo que solamente se había “esbozado” en la
I Guerra Mundial.
Hitler quería probar sus nuevas
armas de su aviación militar y a Franco le pareció bien. Tenga usted, mi führer,
Madrid y Guernica para lo que quiera… y menos mal, que en el sentido inverso,
en las “buenas obras” o en los hechos que aún dignificaban al ser humano,
España también fue pionera. Así ocurrió con los voluntarios de la Ayuda Suiza
con sede en Burjassot (Valencia). Sin duda, si está siguiendo la serie histórica de
nuestro colaborador, Luis Manuel Expósito, sobre la ayuda humanitaria de estos
pioneros de la solidaridad internacional, habrá comprobado que la organización
de evacuados y de asistidos que montaron desde 1937 entre Madrid y Valencia era
el primer “experimento” serio y planificado en la Historia sobre ayuda internacional humanitaria:
3 Comentarios
Por supuesto. A partir de 1808 las juntas españolas, americanas, filipinas, se organizaron espontáneamente, sin planificación, sin adoctrinamiento, sin los complejos procesos previos que se necesitaron en otras partes de Europa para que los pueblos entendieran qué es el ejercicio de la soberanía. En España la gente lo tenía incorporado.
ResponderEliminarSigan adelante y traten de que no los 'adelanten' como experimento. Por algo han estado siglos tratando de tirar abajo España. No es un país, es la cuna de una civilización, algo mucho más importante para la humanidad de lo que dicen los libros de historia y de lo que los españoles creen.
Gracias, Mónica por tu lectura y comentario tan esperanzador para un país y una cultura que pasa por días muy complicados en su historia...
EliminarImagínense ustedes los españoles, no como europeos, sino como hispano-americanos y no se van a sentir tan complicados ni que los tiempos son tan difíciles.
ResponderEliminarUna civilización no tiene por qué coincidir con un continente, y menos, mucho menos, con una península dentro de un continente; puede abarcar dos continentes, tres continentes, todos los continentes, puede ser universal. Imagínate el Islam: ¿dónde queda? ¿En Europa, en Asia, en África, en América, en Oceanía o en todos los continentes al mismo tiempo? Ellos dicen hora y decían ya en la Edad Media: 'Son infinitas las tierras del Islam'.
Si yo fuera a pensar que Uruguay se termina dentro de los límites de Uruguay me tendría que poner muy triste, pero sé que también somos Argentina, y Paraguay, y Chile, y Bolivia...¿Cuál es el límite?
Si yo pensara que mi tiempo se termina dentro de los límites del siglo XX, también me sentiría muy triste. Pero sé que también somos el siglo XV y todos los siglos anteriores; el siglo XVI, y todos los siglos que siguieron, y que seguirán. ¿Cuál es el límite? Borges, que era ciego, vio muchos mundos reales y otros tantos mundos posibles. No hay límite, y entonces, mucho menos, hay limitaciones.