¡¡IBERIA
española!! Ese grito es el más oído en las manifestaciones de los huelguistas
trabajadores de Iberia, la compañía aérea bandera de nuestra (¿sólida?)
industria turística. Muchos trabajadores amenazados con un brutal expediente de
regulación de empleo (ERE) culpan a la British Airways de
estar detrás de estas drásticas medidas para sanear las cuentas de Iberia, la
aerolínea que dentro del holding constituido hace tres años pierde más dinero
en este contexto de crisis aguda en la zona euro. En su momento se vendió la
fusión como un acuerdo entre iguales, los británicos siempre han deseado esa
cuota de mercado aéreo en el que Iberia era líder: Latinoamérica, sobre todo el
Caribe, y el sur europeo.
Cortejaron
a la compañía española dando muestras de respeto y admiración, pues la British
Airways pasaba poco antes de la fusión por su peor momento financiero
(enorme déficit de su fondo de pensiones de empleados), ocultando sus
claras intenciones de convertir a los aviones españoles en cipayos de su
imperio comercial. Para empezar, aún siendo evidente la desproporción
estructural de cada aerolínea, aceptaron un reparto casi igualitario de las
cuotas de control: una participación del 55% para British y
el 45% restante para Iberia; indicio del "gran cariño" (deseo)
que tenían por la compañía ibérica.
Hasta
ahí todo bien, es como dar al soldado nativo la misma munición y el mismo
uniforme; ahora bien, los acontecimientos que siguieron y la "letra
pequeña" de los dividendos y repartos de ganancias, demostraron que el
soldado nativo, los trabajadores y aviones de Iberia, estaban siempre en
primera línea de combate, en las peores trincheras y no tenían las mismas “condecoraciones”.
Surgen así los conflictos laborales y se tiende al populismo patrio, pues
Iberia es la aerolínea bandera española desde hace 85 años; ahí es nada. La
sensación de los empleados españoles de estar siendo utilizados es razonable,
pues se ha constatado que muchos de los beneficios del grupo (IAG) surgido de
la ‘supuesta unión’ hispano británica han ido a recortar el déficit descomunal
de la British .
El
término cipayo en historia está asociado al soldado nativo (hindú o musulmán)
de la gran India usado por los británicos para su ejército colonial, un ejército
que primero sirvió a los intereses de una British, la Compañía Británica de las Indias
Orientales. Avatares y desafíos de la India colonial que podemos leer en el
nuevo texto sobre Historia de nuestro habitual colaborador, Luis Pérez.
Fuente de la fotografía: publico.es
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