Todo lo que viene de África se
desprecia. Despreciamos a los emigrantes irregulares, menospreciamos cualquier
problema grave que se da en el continente porque no interesan soluciones para
África y porque sería inútil colocar en la lista de nuestros problemas uno al
que no deseamos ninguna resolución. Por interesar no hay ni debates nuevos (más
allá del “neocolonialismo”) ni reflexiones profundas sobre la incapacidad del
continente de salir adelante y de participar con su desarrollo en ese
“renacimiento” de la humanidad que se está dando con cada vez mayor número de
países de economías emergentes, en América Latina y en Asia, sobre todo. Pero
África no aporta nada a esa “mejoría” del planeta, más allá de la siempre
aventajada –económicamente- República Sudafricana, aunque esa es otra historia.
Lo único que está claro es la responsabilidad europea en este problema.
Si existe un continente explotado
y colonizado por antonomasia es África. Sus tierras fueron vistas, como dice el
colaborador de Pax augusta, Luis Pérez Armiño, como granero, fábrica-almacén
de materias primas y mano de obra barata durante el siglo XIX. Los fenómenos
coloniales de América y Asia desde el siglo XVI tienen una fisonomía muy
diferente y unas peculiaridades que los hacen distintos del puro colonialismo
que vivió África cuando las potencias europeas se repartieron su territorio desde 1850 a
base de compás, escuadra y cartabón.
En esos repartos se crearon
países donde se llegó a clasificar a las personas por etnias y tribus, ya que
por cuestiones de identidad nacional o cultural, al estilo europeo, era
imposible e incomprensible para el mismo africano. Luis nos expone en su
artículo una visión de Ruanda, ahora
que la atención internacional sólo está en el mini Stalin presidente de Rusia, Putin, y los dirigentes
occidentales, una mafia carente de escrúpulos (valga la redundancia) para
muchos, enfrentados en el conflicto ucraniano.
Parte de un dato curioso, Ruanda según los indicadores económicos sí podría ser una economía emergente. Les aconsejo leer el texto de Luis Pérez Armiño, ahora que se cumplen 20 años de la horrible matanza entre tutsis y hutus.
Parte de un dato curioso, Ruanda según los indicadores económicos sí podría ser una economía emergente. Les aconsejo leer el texto de Luis Pérez Armiño, ahora que se cumplen 20 años de la horrible matanza entre tutsis y hutus.
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