Una foto de Robert Capa logra salvar y hacer patrimonio histórico de Madrid la casa Peironcely, 10

 

La fotografía de Robert Capa fue publicada en importantes medios de su época, como Zürcher Ilustrierte. Imagen tomada en la cuenta de Twitter @SalvaPeironcely

  La Luftwaffe alemana no iba a tardar en bombardear Madrid tras aprobar Hitler la ayuda militar a los golpistas contra la República en julio de 1936. En otoño de ese mismo año arrojaban bombas sobre la capital española, siendo la población civil objetivo de esos bombardeos indiscriminados. El reportero Robert Capa viajará desde París a Madrid para documentar el conflicto con su cámara fotográfica. Ese reportaje realizado los primeros meses de la guerra iba a convertirse en uno de los mejores dentro de la trayectoria profesional de Capa, según su biógrafo Richard Whelan. Las fotografías que hizo en ese primer reportaje sobre la Guerra Civil, en solitario pues Gerda Taro vendría a España en un posterior trabajo de la pareja, fueron publicadas por varios medios como la Zürcher Ilustrierte, Regards, y el The New York Times.

Y muestra de su excelencia es que ochenta y cinco años después, el «poder icónico» de una imagen que era parte de ese reportaje, la fotografía que Robert Capa tomó de un edificio de la Calle Peironcely 10, con su fachada acribillada por la metralla y unos niños sentados en mitad de los escombros, ha conseguido no solo recuperar la memoria histórica de ese instante, también hacer de la vivienda patrimonio histórico de Madrid y un futuro centro cultural relacionado con la obra de Capa y la historia de la guerra civil en Madrid. Pero a ese éxito del poderoso «icono de la barbarie» que simbolizaba la foto de Robert Capa hay que sumar el esforzado trabajo de una plataforma de voluntarios.

 #SalvaPeironcely10 comenzó su andadura en 2017 y a día de hoy ha conseguido sus dos objetivos principales: realojar a los vecinos que vivían en este edificio histórico pero en muy precarias condiciones a nuevas casas de la Empresa Municipal de la Vivienda y conseguir la acreditación de patrimonio histórico del edificio que pasará a ser el Centro Robert Capa para la interpretación de los bombardeos aéreos de Madrid. En estas últimas semanas de marzo de 2021 se ha completado el realojo de estos vecinos, consiguiendo un documento histórico de hace 85 años hacer justicia social con las personas que habitaban estas humildes viviendas. Un guiño de la historia, pues el reportero Capa tomó esa fotografía para denunciar la injusticia de las bombas que caían sobre unas humildes viviendas. El edificio de Peironcely 10 se construyó como vivienda obrera en los años del reinado de Alfonso XIII (1927) y durante la República continuaba siendo una «vivienda social»


El corresponsal en Madrid del New York Times, Raphael Minder, publica en la portada Internacional de hoy, 25 de marzo, una crónica sobre la foto de Capa y la calle Peironcely 10. Imagen tomada en la cuenta Twitter @SalvaPeironcely

Breve contexto histórico de la icónica foto de Capa que ahora salva Peironcely 10

  Robert Capa deseaba hacerse un nombre como reportero fotográfico y fue uno de los extranjeros que acudieron a realizar los primeros reportajes sobre la contienda civil de España. En principio, el bombardeo del barrio obrero de Vallecas en 1936 no estaba dentro de las prioridades estratégicas de Franco y sus tropas. Sin embargo, fue una manera de «pagar» la ayuda militar de la Alemania nazi y la Italia fascista. Las ciudades españolas serían un campo de pruebas para la aviación de sus aliados, sobre todo de los alemanes. El ocurrido poco después bombardeo de Guernica fue la ominosa «prueba» más célebre de esos bombardeos contra la población civil. 

Uno de los especialistas en historia militar del siglo XX, Walther L. Bernecker, profesor emérito de la Universidad Erlangen-Nürnberg en Alemania, especifica que el ataque a Vallecas sería uno de los primeros «laboratorios perfectos» para la Luftwaffe. Así, lograron probar su armamento aéreo y hacer del bombardeo indiscriminado una de las armas de la Alemania nazi para extender el terror entre la población civil en toda Europa. Esa particularidad histórica que luego resultó habitual en la Segunda Guerra Mundial la sufrió Madrid por primera vez y en su memoria histórica ha sido obviada, olvidada. 

Si bien, este sistema de bombardeo indiscriminado acabó siendo frecuente y usado por ambos bandos en la Segunda Guerra Mundial, como se vio en la destrucción por los Aliados de la ciudad de Dresde, en Madrid se practicó por primera vez de manera planificada. De esta forma, el proyectado centro de interpretación sobre el trabajo de Capa y la historia de los bombardeos sobre Madrid tendrá una sede más que idónea en esa casa de la calle Peironcely, 10 en el popular barrio de Vallecas.

 

La foto de Capa recoge en realidad un significado universal de denuncia sobre esa barbarie de las bombas contra la población civil. Imagen que, por otro lado, se ha clonado hasta ayer mismo en fotografías de guerras persistentes en Siria, Yemen... 


Gustavo Adolfo Ordoño ©
Historiador y periodista

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