Instituciones de protección a la infancia. 'Los niños de la guerra que se quedaron en España' (II)

Casa Ben Leider en Benimámet


Luis Manuel Expósito Navarro © (UNED)

Casi en paralelo a las primeras evacuaciones de niños de la zona centro de España, el Gobierno de la República se planteó la necesidad de no sólo salvaguardar la vida del máximo número de niños, sino también, proseguir con su educación. Se tenían que crear nuevas estructuras educativas y asistenciales, al mismo tiempo que había de velar por paliar el trauma que suponía para muchos niños ser arrancados de sus familias y su entorno, y desplazados e instalados como refugiados en una zona muy distinta a la de su nacimiento. Sería muy largo enumerar las distintas entidades y colectivos que participaron en la evacuación masiva de niños madrileños y en la creación y mantenimiento de colonias infantiles, al menos en los primeros meses del conflicto bélico.
 El asunto parece ser que se estabilizó y organizó casi definitivamente, aunque no exento de algún conflicto, como luego veremos, en marzo de 1937, mediante la creación de la Delegación Central de Colonias, dependiente de la Dirección General de Primera Enseñanza, motivada porque “la población infantil que ha sido alejada de las zonas de peligro, crea la necesidad apremiante de un organismo que, actuando en zonas leales, pueda organizar residencias infantiles de tipo distinto —colonias, colocación en Régimen familiar, cantinas, etc.—. Cuatro secciones se crearon en la Dirección Central de Colonias: a) Recepción y tránsito de niños; b) alojamientos e instalación de Colonias; c) Organización del régimen administrativo de Colonias. d) Régimen pedagógico. Regina Lago García sería la encargada de dirigir la última sección”[1].
En cuanto a los niños acogidos en régimen familiar, quedaron bajo la tutela del Patronato de Asistencia Social de Valencia, presidido por Francisco Bosch Morata, consejero de Sanidad del Comité Ejecutivo Popular de Valencia, y representado por la doctora Mercedes Maestre Martí, subsecretaria del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social que dirigía Federica Montseny[2].

Colonias y Hogares Infantiles en la comarca de l’Horta Nord

A falta de una investigación sistemática en el Archivo General de la Administración, diversos investigadores han aportado datos de menor o mayor relevancia sobre las diversas instituciones que acogieron y educaron en l’Horta Nord a cientos de niños desplazados por la guerra. Tanto Paterna como Masarrochos, Moncada y otros municipios dispusieron de colonias infantiles. En este artículo vamos a intentar sacar a la luz algunas de ellas, las que por su cercanía más atañe a la historia contemporánea de nuestro entorno. Al menos cinco colonias infantiles se crearon en nuestro contorno. En concreto, una en Benimámet, dos en Godella y dos en Burjassot, instituciones que, por su diversidad, poseen características propias e individuales que permiten distinguir con facilidad unas de otras.
Colonias escolares Godella. Archivo ABCfoto


Colonia 39: “Casa Ben Leider”


El 18 de febrero de 1937, el caza que pilotaba el aviador estadounidense Benjamín David Leider[3], conocido en su oficio de periodista del New York Post como Ben Leider, y como voluntario al servicio de las Fuerzas Aéreas República Española como José Lando, tocó con su ala otra aeronave de su escuadrilla y tuvo que realizar un aterrizaje forzoso pilotando el avión muy dañado, con resultado fatal. Ben Leider fue el primer norteamericano muerto en combate durante la Guerra Civil Española, motivo por el cual se le hicieron varios homenajes en Estados Unidos. Su fama póstuma motivó que el Comité Norteamericano creara y apadrinara con sus aportaciones una colonia infantil en su memoria “Ben Leider Home”.
 La casa elegida para ello fue la “masía del Canonge”, sita junto al molino de Bonany o d’En Codinach, en el término municipal de Benimámet y en su límite con los términos de Burjassot y Beniferri, al lado de la acequia de Moncada. Hoy en día, en ese inmueble está instalada una conocida discoteca.
Establecida como colonia infantil el 14 de julio de 1937, la colonia de Benimámet tenía una capacidad para unos cincuenta colonos. Llegó a albergar a 54 niños y niñas en edad escolar, desde 5 hasta 15 años[4]. Es posible que algunos de los niños fueran ex alumnos del “Grupo escolar Menéndez Pelayo” de Madrid, porque el primer responsable de la colonia Ben Leider fue uno de sus profesores, Godofredo Flores Martínez. Posteriormente, el cargo de responsable pasó a manos de Moisés Lomas Iturriaga, que junto con cinco pedagogos atendía las necesidades escolares, afectivas y vitales de los niños[5].
          

Colonia casa Ben Leider en Benimámet en dibujo hecho por un niño entre1937-38



    Quizá lo que más trascendió a la opinión pública fue la enorme producción de dibujos infantiles sobre temas de la guerra. Los niños pintaban, influenciados por la indicación de la Delegación Central de Colonias, numerosos cuadros donde solían poner su nombre, edad y la colonia donde permanecían. Allí mismo se realizó un álbum especialmente dedicado a la familia de Ben Leider, y se envió a Nueva York. Esos dibujos y pinturas, junto con muchos otros de otras colonias infantiles, fueron expuestos en Valencia, gracias a la voluntad de José Manaut Vigletti, que organizó una muestra de mil dibujos en la sede de Cultura Popular, en la calle La Paz. Dicha exposición estaba previsto que viajara a Moscú. También se organizaron otras exposiciones similares en Estados Unidos[6].




[1] Gaceta de la República, 60, 1-3-1937, pp. 1020-1021.
[2] EXPÓSITO NAVARRO, Luis Manuel: La conexión Burjassot…, p. 147.
[3] Ben Leider nació en Kishinev (Rusia) en 1901 en el seno de una familia judía. Cuatro años después, tras la masacre perpetrada por las tropas zaristas contra los judíos, su familia se traslada a Estados Unidos. Se graduó en Periodismo y comenzó a trabajar para el New York Graphic como reportero al mismo tiempo que se sacaba el permiso de piloto de aviones y se compraba una avioneta de segunda mano. En los años treinta trabajó para el  New York Post, especializándose en reportajes sociales, sobre los más desfavorecidos (mineros, chabolistas…). Llegó a España enrolado en la Brigada Abraham Lincoln. Ingresó como voluntario (sin sueldo) en las Fuerzas Aéreas de la República, primero como piloto de transporte, y luego como piloto de caza. Formando parte de la escuadrilla de cazas de Lacalle en la batalla del Jarama, falleció el 19 de febrero de 1937 al estrellarse su avión en un aterrizaje forzoso.
[4] Entre 44 y 54 colonos se mantuvo la población de esta colonia escolar. Véase ESCRIVÁ MOSCARDÓ, Cristina y MAESTRE MARÍN, Rafael: De las negras bombas a las doradas naranjas. Colonias escolares, 1936-1939, Valencia, L’Eixam Edicions, 2011, pp. 181-189.
[5] ESCRIVÁ MOSCARDÓ, C. y MAESTRE MARÍN, R: De las negras…, pp. 181-189.
[6] Revista Mundo Gráfico, 2-6-1937, pp. 1 y 13-14; y ESCRIVÁ MOSCARDÓ, C. y MAESTRE MARÍN, R: De las negras…, pp. 112.

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