El laberinto griego, un título sobrevalorado

Cartel de la película "El Laberinto Griego"

Pensando en cómo titular mis reflexiones sobre la actualidad del viejo país europeo, Grecia, con un currículo como fundador y soporte de civilizaciones que ya quisiéramos muchos, me vino a la mente algo simple: laberinto griego. Obvio, dirán, con el mito del laberinto del Minotauro lo tenía "chupado"; pero no, qué va, lo pensé por la película del mismo título que interpretan, entre otros y otras, esas mujeres actrices tan "mediterráneas", Penélope Cruz y Aitana Sánchez-Gijón, basada en la novela del recordado Manuel Vázquez Montalbán. La película no tuvo buenas críticas, pero la novela es una de esas joyas literarias que se pierden en las librerías y bibliotecas y que cuando nos topamos con ella es igual que salir de un laberinto.

Don Manuel, Manolo para los amigos, tenía el trabajo maravilloso de "ordenar" el "caos" del mundo desde la perspectiva 'galaico-catalana' de su alter ego y personaje por excelencia, el detective Pepe Carvalho, y muchos de sus lectores/seguidores estarán preguntándose qué pensaría y opinaría Manolo de la actualidad Griega. La novela que lleva tan sobrevalorado título trata sobre la irracionalidad del amor, al menos eso decía el "marketing" de la editorial para su promoción. 




Lo que nos hace pensar en lo irracional de muchas cosas. En Grecia todo parecía lógico. Un país que pertenecía a la Comunidad Europea, hoy UE (Unión Europea) y que llegó a celebrar unos juegos olímpicos en 2004, hace dos días, insisto. Una zona con mucho potencial, Grecia podía y debía haber liderado toda la sinergia que la paulatina y esperada incorporación a la UE de países como Chipre, Malta y las antiguas naciones que formaban Yugoslavia aportarían al conjunto de la unión de estados europeos. Sospecho que esta crisis irracional griega será el mayor impedimento para que Turquía entre en la UE. De hecho, estando así Grecia nunca entrarán. Lo irracional tiene, a veces, su lógica.

En fin, que en el asunto griego comenzamos a convertir elementos necesarios, como es el amor, en temas irracionales. Necesario es el respeto a los valores democráticos, necesaria es la justicia y la solidaridad, pero tendremos que transformarlos en irracionales para llegar a una solución. Irracional es amar a alguien que te hace daño, irracional es perdonar a alguien que te causó daño en el pasado, irracional es prestar dinero a quien no te lo puedo devolver, irracional es maltratar al herido y curar al sano...ya ven, con Grecia deberíamos vivir una historia a lo Montalbán, una tragicomedia de 'amor irracional'.



Gustavo Adolfo Ordoño ©
Periodista e historiador

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