Venezuela y Maduro: instrucciones para no montar un Estado socialista

Militares en un supermercado venezolano. Fuente Reuters

Hablar en España de Venezuela ahora que ni los líderes de Podemos lo hacen estaría fuera de lugar o resultaría susceptible de infinidad de malas interpretaciones. Pero queremos hacerlo, no sólo porque la web-blog tiene especial interés en las relaciones con Iberoamérica y en la estabilidad social de cualquier lugar del mundo, también porque nos apetece y tenemos libertad para ello. El todavía presidente Maduro y su administración demuestran una incompetencia tal en la gestión básica de un Estado que pasarán a la historia como el paradigma de "Cómo no montar un Estado socialista".

Siguiendo usted los pasos de las instrucciones del chavismo post morten de Chávez, logrará montar un imperfecto mueble socialista que cojeará de dos patas, no abrirán las puertas y no podrá sostener ni un jarrón de plástico sobre su superficie. Desde una perspectiva cualitativa, hoy día se vive mejor en Cuba que en Venezuela. Así de claro. Si Cuba resultaba modelo social para Venezuela, el aspirante no ha conseguido ni acercarse al original. La sanidad y otros servicios básicos cubanos que son ensalzados por la propaganda socialista bolivariana, son eso, ensalzados, porque copiados o desarrollados en la sociedad venezolana nada de nada. 

A muchas personas de izquierda les puede molestar usar el término "régimen" para referirse al gobierno de Venezuela, puesto que fue un gobierno legítimo en las urnas. Pero es en relación a éstas últimas, precisamente, donde el gobierno de Maduro mejor está copiando al régimen cubano. No respetar el resultado de las urnas del pasado 6 de diciembre, donde la oposición agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obtuvo la mayoría parlamentaria, supondrá el único paralelismo con el Estado "revolucionario" cubano.

Crear un parlamento paralelo, decretando como legal algo que sólo se planteó como foro popular, el 'Parlamento Comunal', significa un abuso de poder y una falta de respeto al soberano pueblo venezolano, que habló en las votaciones para el único parlamento legítimo: la Asamblea Nacional. Los temores de muchos a los que preocupaba la reacción del chavismo no eran infundados. Es una lástima que el movimiento socialista bolivariano no haya aprovechado esta derrota electoral para demostrar su lado democrático, aquel que le llevó al poder. Ceder el gobierno a la oposición es democracia. Pasar a la oposición y seguir defendiendo los modelos sociales y políticos en los que crees es democracia

Che Guevara, líder revolucionario en Cuba

Analizando la actualidad venezolana me doy cuenta de algo que se dice poco. Se habla mucho de las crisis del modelo capitalista-democrático y poco de las crisis de los modelos socialistas; modelos que irían desde los regímenes totalitarios comunistas, pasando por los singulares socialismos bolivarianos (populistas para otros), hasta los estados socialdemócratas europeos del bienestar. Parte de América Latina ha servido la última década de "laboratorio socialista", siendo Venezuela el "Gran Laboratorio" de pruebas. El idealismo popular de Chávez era muy de improvisar, no se estaban redactando unas buenas instrucciones para un sólido Estado socialista... en realidad, tampoco el chavismo podía. Venezuela era una democracia parlamentaria, con sus defectos claro está, y una economía capitalista de libre mercado.

Venezuela, para montar el "mueble cubano" tendría que haber seguido unas instrucciones que ya no se encuentran: dictadura corrupta, basada en la oligarquía de grandes terratenientes, que sufre una revuelta popular y, sobre todo, guerrillera, con resultado de Estado socialista revolucionario. La pena fue que el romanticismo duró lo que la Guerra Fría tardó en "congelar" al movimiento cubano y la reacción mesiánica de su líder quiso. Al final, dictadura por dictadura. ¿Quiere Venezuela seguir esas instrucciones?



Gustavo Adolfo Ordoño ©
Periodista e historiador

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