Imagen página Facebook de PROEM-AID. Los bomberos liberados |
Lector infantil y juvenil de las aventuras de Axtéris y Obélix,
siempre me hizo gracia esa sencillez de Obélix para criticar las acciones de
los romanos que se suponían más civilizadas que la de los bárbaros galos. “¿Se
han vuelto locos esos romanos?” Algo así he pensado en relación a la noticia
del encarcelamiento de tres bomberos
españoles voluntarios en una ONG (Proem-Aid) que rescata embarcaciones de refugiados en las costas greco-turcas.
Obélix alucinado |
Intento ponerme en situación. La isla de Lesbos, que da nombre a una
orientación sexual, es una pequeña porción de territorio griego, y por tanto
europeo, muy cerca de de la frontera continental con Turquía, que resulta ser
una de las “zonas cero” (eso que tanto gusta en la prensa sensacionalista) de
la gran catástrofe humanitaria que
supone el éxodo masivo de refugiados
sirios que huyen de su guerra civil. Las autoridades griegas de la isla
reciben la presión (auto-presión, también) de la Unión Europea para incrementar
el control de sus fronteras; si entran menos refugiados menos problema
migratorio europeo y si existen organizaciones humanitarias que ayudan a ese
flujo, pues habrá que “controlarlas” también. Esa parece la "lógica".
La isla de Lesbos y la cercana costa turca |
Esa es parte de una cruda realidad. Supongo que los bomberos españoles más que indignados (que también) estarán alucinados. No cabe duda de que son personas excepcionales, movidas quizás por algo muy mediático (y mediatizado), como fueron las duras imágenes de niños muertos, ahogados y varados en las playas (existe una en particular que a todos/todas se les vendrá a la mente), y que impulsó la solidaridad de centenares de ONGs humanitarias, dispuestas a ayudar a las autoridades griegas en la acogida de los miles de refugiados que se agolpan en sus fronteras.
El trabajo de estos bomberos,
como en España o en cualquier lugar del mundo, es salvar vidas. Lo excepcional viene dado por las
circunstancias de las personas a las que les salvan las vidas. Víctimas de las mafias que trafican con ellas,
arriesgando sus vidas en embarcaciones precarias para emigrar de manera ilegal
a Europa, muchas veces su viaje se convierte en un naufragio que la desbordada
Guardia Costera helena no puede atender. De esa forma, en teoría, toda ayuda a
los guardacostas sería bienvenida; sin embargo, no existe coordinación entre
las ONGs y las autoridades griegas, surgiendo más recelos que otra cosa.
En palabras de los bomberos españoles (también fueron detenidos dos compañeros daneses), su encarcelamiento
preventivo por acusarles de tráfico de personas y armas (se les incautó de
cuchillos, que usan para su trabajo) ha sido “un escarmiento”. Las autoridades de Lesbos quieren dejar claro quien debe controlar la
situación de sus fronteras. A estas horas los bomberos españoles están de regreso (a Sevilla), pero con una
fianza de 5.000 euros y pendientes de ser llamados a declarar, de nuevo, en
cualquier momento a Grecia. ¿Se han
vuelto locos estos funcionarios europeos?
Gustavo Adolfo Ordoño ©
Periodista e historiador
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