Uno con las prisas ojea más
rápido de lo que quisiese los titulares de los medios digitales. Como la prensa
ya te aparece por defecto en tu navegador
o web de correo (Yahoo, Microsoft-Hotmail, Google-Gmail), los titulares o
enlaces que te abordan tienen que ser lo suficiente interesantes o impactantes
como para demorar tu intención de abrir los correos. Con uno lo consiguieron en
mi caso, leía algo así como: “Gibraltar volvería
a España si triunfase el Brexit”.
La cuestión de la soberanía del Peñón es algo discutido por más de tres siglos (Tratado
de Utrech de 1713) y resulta material periodístico al que echar mano cuando las
noticias de mayor actualidad flojean. Lo que ocurre es que suele ser en verano,
este año se ha adelantado casi un mes. No existe verano desde la reapertura de la verja en 1982 que
no tenga un incidente noticioso entre España y Gibraltar que entretenga los sosos
medios informativos veraniegos.
En realidad esta noticia tiene
más de “titular atrayente” que de calado informativo. Si la leemos en
profundidad nos damos cuenta que es un “local” y pequeño detalle de lo que el
supuesto “Brexit”, salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, supondría
para la diminuta colonia británica en el
Estrecho de Gibraltar. En el caso de Brexit,
al dejar de ser territorio comunitario, el ministerio español de Asuntos
Exteriores planteó la necesidad de volver a reajustar la política de fronteras
y la libre circulación de personas. El recuerdo del aislamiento que sufrió la
población gibraltareña tras el cierre de la verja decretado por la dictadura franquista, en 1969, sería suficiente motivo para pensar evitar una situación
similar a toda costa. Ese medida tan drástica sólo hizo que incrementar el
recelo hacia España y aumentar la simpatía por Reino Unido.
Sin embargo, ironías del destino,
es una decisión política británica
errónea ahora, su posible marcha de la UE, la que provocaría un nuevo cierre de
fronteras, mayor aislamiento, y las autoridades
gibraltareñas, aunque sea para echar un “órdago” a Londres, han comentado
la controvertida opción de la co-soberanía gibraltareña con España.
Planteamiento que, según encuestas, no tiene ni el 15% de aceptación entre la
población de Gibraltar. El Primer
Ministro de la Roca, Fabián Picardo,
fue quien lo sugirió, de manera muy ambigua, en estas últimas semanas. Las matizaciones
del mismo Picardo y de otros políticos del Peñón no tardaron en llegar. Era una
manera de expresar la preocupación por un potencial nueve cierre de la verja y
entender que esa “co-soberanía” sería la última solución para evitarlo.
Este comentario del ministro
principal del la Roca, Picardo, ha
sido un granito de arena en toda la campaña publicista de los favorables a
seguir en la Unión Europea. Un grano
hace montaña, pues Londres, sin
duda, pensará en ese inconveniente de tener una colonia en suelo europeo sin
las ventajas y ambigüedades jurídicas que daban pertenecer al mercado único y a
la UE. Las campañas oficiales y gubernamentales del Reino Unido se están intensificando
y parece que las encuestas, a día de hoy, pues están muy igualados ambos bandos, hablan del éxito de esa presión. La opinión pública
británica favorable a la permanencia es algo superior a la del Brexit. Gibraltar español...
me temo que seguirá siendo una proclama patriota de los veranos de Madrid.
Gustavo Adolfo Ordoño ©
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