Un estudiante con su abuela pasan frente a la Diosa de la Democracia (fotógrafo: Zong Hoy Hi,1989) |
Era una clara imitación, una burda copia casi, de la Estatua de la Libertad de Nueva York. Una escultura efímera convertida en símbolo de la protesta estudiantil en Tiananmen. Se la conoció como la Diosa de la Democracia. Alrededor de ella se hacían sentadas y mítines de los líderes estudiantiles. Eran las manifestaciones de estudiantes, comenzadas en abril de 1989, reclamando más libertades democráticas (al menos en el ámbito estudiantil) en Pekín. Protestas que siempre intentaron controlar a los violentos, que tenían algo de festivo y carácter pacífico. Pero que acabaron siendo causa de la llamada 'masacre de Tiananmen'.
La fotografía de un estudiante,
supuesto nieto con su abuela, pasando junto a la estatua de la Diosa de
la Democracia quiso ser metáfora del pasado y presente de China. En la
prensa occidental la protesta estudiantil en la plaza de Tiananmen,
comenzó a generar cierta literatura sobre el posible inicio de la lucha por la
democracia del pueblo chino. La carga emotiva y el valor expresivo de imágenes
como esta fotografía del artista chino Zong Hoy Hi, ayudaban a aumentar
las expectativas… ¿habría un cambio político profundo en China?
Ahora sabemos que no fue así. Sin
embargo, quedan fotografías de esas revueltas estudiantiles con un cierto revelado de irrealidad. Representan
algo que pudo existir, un cambio histórico que no se dio y que para la historia oficial de la China gubernamental
no son más que montajes externos; una realidad borrada. Son significativas las
declaraciones de los jóvenes chinos actuales cuando se les pregunta qué saben
de esos acontecimientos. La respuesta: o no tienen ni idea o apuntan que fueron
actos de delincuentes detenidos por actos criminales; el discurso de la memoria oficial.
Arenga estudiantil de uno de sus líderes, Wuer Kaixi |
No es que no existan fotografías
suficientes del clamor estudiantil por más
libertades. Las hay de sus numerosas asambleas en la universidad o de sus
manifestaciones en la calles próximas a la plaza
de Tiananmen. En Occidente circulan libremente en Internet. Sobre todo de
líderes estudiantiles encaramados a improvisados púlpitos, dirigiéndose a sus
compañeros y a los curiosos ciudadanos. Es una imagen universal, dada muchas veces en diferentes lugares del mundo,
apegada al ideario de lucha por las libertades. Como la fotografía de este artículo, de unas líneas más arriba,
del cabecilla estudiantil Wuer
Kaixi. Una imagen que en China (lugar donde se dio) no existe y que no
puede explicar el verdadero desenlace de todos esos hechos: la masacre de
personas en las calles de Pekín el 4 de junio de 1989.
Iconografía del siglo XX que
pudo ser símbolo de libertad: historia de la estatua, La Diosa de la Democracia
Pasan juntos, de la mano, por delante
de lo que pudo ser un hito histórico. Un estudiante espigado, con gafas y
camisa azul de corte moderno, se encorva para agacharse hasta sostener con sus
manos, en un delicado abrazo, el paso de su abuela. Queremos pensar que es su
abuela, una anciana vestida con las austeras ropas de la época de la “revolución cultural de Mao”. Caminan
bajo la figura de la imponente estatua que los estudiantes han bautizado como Diosa
de la Democracia. Es el símbolo de las protestas estudiantiles que se
están desarrollando por todo el país.
La estatua se ha realizado en
pocos días, aprovechando que Gorbachov
visitará Pekín y traerá a los informadores internacionales. Es evidente la
intención de los jóvenes de hacer ver su protesta al mundo. Un grupo de estudiantes, concretamente escultores de la
Academia Central de la Bellas Artes de Pekín, levantan la estatua con
espuma de poliestireno y
pasta de papel sobre un armazón metálico. La diseñan con la estructura más
grande que el material usado les permite y la colocan en la plaza, frente a un gran retrato de Mao. Una manera de
evitar la tentación del gobierno de destruirla, pues ese lugar estaba bajo la
mirada atenta de la prensa internacional.
Alcanzó los 10 metros de altura. Sus autores excusaron los
evidentes parecidos con la estatua de la libertad de los EEUU, asegurando que
era una versión muy libre, pues no querían
que las “sentadas” de Tiananmen se relacionaran en exclusiva con los ideales
pro americanos. Aunque, por mucho que dijesen, era innegable al ver a la Diosa
de la Democracia el recuerdo de la dama de la libertad de Nueva York, por
la antorcha que ambas sostienen al cielo.
La fotografía de abuela y joven
pasando bajo la estatua tiene esa fuerza de la metáfora pasado-presente. Porque
la mayoría de los estudiantes de las
protestas de Tiananmen no renegaba del pasado, del sistema comunista, de
sus logros sociales. No querían cambiar el sistema, solamente (y no es poco
para la sociedad china de la década de 1980) deseaban mayor honestidad política, menos corrupción entre las
elites del partido y más formas democráticas, pero en la organización y gestión
de las universidades. Aunque no tenía carácter radical, los líderes y
responsables del gobierno chino no se esperaban una reacción de los jóvenes como
aquélla. Los estudiantes y los ciudadanos que apoyaron a éstos, contaron en ese
periodo de incertidumbre gubernamental con un tiempo de actitud permisiva de
sus dirigentes... hasta que reaccionaron.
Finalmente, la estatua fue derribada. Destruida por los soldados
que llevaron a cabo el desalojo de la plaza de Tiananmen. Un tanque la derribó
y la llama de la libertad se hizo añicos contra el suelo de la plaza. Supuestos
nieto y abuela ya no estaban allí, y nunca más volverían a caminar bajo la Diosa
de la Democracia. Su imagen parece sacada más de un baúl de recuerdos
brumosos que de un archivo de la Historia.
Gustavo Adolfo Ordoño ©
Periodista e historiador
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