En el 80º Aniversario de la ONU (Organización de Naciones Unidas); una idea esperanzadora ahora en entredicho, ¿fin del multilateralismo?

Una de las esculturas donadas por artistas pacifistas para la sede de la ONU en Nueva York

 

«El sueño de la razón produce monstruos». Es el título de un grabado de Goya. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el pensamiento humano- la razón- quedó perplejo y exhausto. ¿Qué hacer para no caer en esos errores de guerra y crimen? Había precedentes inmediatos de los intentos de las naciones de vivir en paz, la Sociedad de Naciones creada en 1919, tras la Primera Guerra Mundial. Pero también era un sueño de "Paz Universal" con remotos antecedentes en las ideas de muchos pensadores, aunque nos parezca difícil de creer pensado que la historia de la humanidad es una "constante guerra"


Los precedentes de la Organización de Naciones Unidas (ONU)


Grabado de Goya con el título «El sueño de la razón produce monstruos»


 Después de una guerra siempre viene la paz. Esta perogrullada en realidad ha supuesto el mayor problema en la historia. Las treguas muchas veces suponían unos meros periodos de descanso y recuperación de fuerzas para volver a reanudar las guerras. Los problemas que causaban los conflictos seguían latentes y los intervalos conocidos como “entreguerras” se caracterizaban por una ciega celebración de la paz, sin apuntalarla y reforzarla.

Una clara muestra de esta realidad (incertidumbre de volver a la guerra) fue la creación de la Sociedad de Naciones ante la imposibilidad de respetarse y cumplirse los acuerdos internacionales firmados en la Conferencia de París, que ponía fin a la Gran Guerra. A los vencidos no se les daba voz en esos tratados, solamente la obligación de firmarlos.

Fue el presidente norteamericano Woodrow Wilson quien más abogó por dar a estos acuerdos una plataforma, una especie de instancia internacional superior, que les diera más legitimidad. A todos los Tratados (de Versalles, de Saint-Germain...) se les anexó la declaración de principios del pacto de la Sociedad de Naciones

Curiosamente los Estados Unidos decidieron salirse de esta entidad internacional que propulsaron por vencer, al final de la década de 1920, la postura aislacionista del Senado. Una posición que llevó al país a encerrarse en sí mismo y que al estallar la Segunda Guerra Mundial impidió que EEUU entrase de inmediato en el conflicto.


Nacimiento de la ONU

 Cuando las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial se reunieron en California, en la Conferencia de San Francisco celebrada entre el 25 de abril y el 26 de junio de 1945, no cayeron en el mismo error que en 1920 con la Sociedad de Naciones. Desde su inicio y su fundación oficial el 24 de octubre de ese año, se pensó en todos los vencidos y fueron invitados a participar como observadores, para procurar su ingreso en la organización conforme a su debido tiempo.

La URSS (Unión Soviética) quiso participar desde el principio, algo que ayudó a su consolidación porque en la mayoría de los considerados embriones de esta organización, los acuerdos celebrados entre los aliados occidentales durante la guerra, los soviéticos no habían participado. Por ejemplo, no estuvieron en la Carta del Atlántico, en agosto de 1941, una reunión con el acuerdo firmado entre el primer ministro británico Winston Churchill y el presidente norteamericano Roosevelt, de sentar las bases para un organismo de seguridad y paz mundiales.


La ONU y la Guerra Fría

 Al intuir el pronto final del conflicto tan determinante para la historia contemporánea, las acciones diplomáticas del gabinete de Roosevelt y la marcha soviética hacia la victoria en Berlín en mayo de 1945, convencieron a Stalin de participar en ese proyecto de paz sólida. Un gran acuerdo que daría un nuevo orden mundial. En San Francisco, como decíamos, se aprobaría la Carta de la Organización de las Naciones Unidas; que en ese momento fue firmada por cincuenta y un estados.


Esa Carta era una declaración de principios, que a su vez marcaban los objetivos de esa Organización de Naciones Unidas. Básicamente son:

  • el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales
  • el fomento y desarrollo de las relaciones amistosas entre las naciones
  • la cooperación internacional para resolver los problemas internacionales de carácter social, económico y humanitario
  • desarrollar y estimular el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales.

Como en todo periodo de inicio de la paz, las buenas intenciones y esperanzas fueron fructíferas. Todo eran grandes expectativas que parecían abrir las puertas de un mundo mejor, más seguro y estable. Sin embargo, las rápidas diferencias surgidas entre las superpotencias, vislumbradas ya en las últimas conferencias de los vencedores en Yalta y Postdam, desencadenaron la Guerra Fría, mermando con el famoso derecho de veto la capacidad de acción de esta nueva sociedad de estados.



Soldados Cascos Azules preparándose para una misión




Principales intervenciones de la ONU, los “Cascos Azules”


 Las intervenciones en la convulsa segunda mitad del siglo XX de la ONU se pueden contar por centenares. Será una lista de pocos éxitos y muchos fracasos, recordando que las naciones de hombres y mujeres del mundo aún no han alcanzado plenamente ni uno solo de los objetivos en los que se basaba la organización.

Entre las más destacadas en estos ochenta años de historia de la ONU estarían las intervenciones en Chipre, en Palestina, en Líbano, en Cachemira… entre las más olvidables estarían los intentos de intervención pacificadora en Somalia, en el Congo o las tristemente recordadas de Ruanda. También en suelo europeo se denotó su falta de verdadera fuerza geopolítica de pacificación en Bosnia y Kosovo.

En estos últimos años Siria, Libia, el Cuerno de África, Iraq, Afganistán, Chechenia, y sobre todo en Ucrania y Gaza, han sido los grandes retos de esta organización mundial en un contexto de populismo y tendencia al unilateralismo. Serían las afrentas que nos deberíamos obligar a asumir como comunidad internacional. 

Pero observando la historia reciente de la humanidad, esos intentos de crear una institución veladora de la paz y estabilidad mundiales siempre chocan con la paradoja de ver a esos dignos propósitos en manos de quienes la fundaron y ahora controlan y sustentan solamente en bien de sus particulares intereses. ¿Es el fin del multilateralismo? 


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