Es difícil encontrar algún país
en el mundo que no haya vivido un episodio de conflicto civil. Una guerra civil
suele significar para esa nación un punto de inflexión, una fractura desde la
que renacer o sucumbir y desaparecer; o bien podría significar un cambio
radical en su conformación como Estado o como ente nacional que le dejaría
marcada para toda su existencia. Incluso, cada vez más las guerras mundiales se
han parcelado como civiles en el contexto europeo.
En esta ocasión tenemos un texto
de Luis Pérez Armiño, nuestro habitual colaborador, que cuenta dos historias de
una guerra civil olvidada por las memorias oficiales. Cierta tendencia a
soslayar hechos incómodos del pasado reciente para poder consolidar la paz y
prosperidad conseguidas tras el final de la Segunda Guerra Mundial, ha supuesto
para muchos países de Europa un actual enfrentamiento con la realidad incómoda de
sus memorias históricas. Ahora que se vive en crisis (tanto económica como política)
y que esa prosperidad se tambalea, renace el interés por conocer un pasado
reciente que hablaría del por qué de muchos aspectos actuales, del presente. En
España ocurre el mismo fenómeno, pero con el “colmo” de haber tenido la
posguerra de un conflicto civil.
Grecia se lleva la palma, porque
como vemos en el texto de Luis Pérez, sufriría dos posguerras en una: la de la
II Guerra Mundial y la de su soslayada guerra civil de 1945 a 1950.
* Fuente de la imagen:
Archivo de la hemeroteca del ABC: propiedad del diario ABC. Acceso libre al archivo digital.
Portada del ABC republicano editado en Madrid (1936-1939)
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