Portada de una novela del Oeste del prolífico Estefanía |
Ya me gustaría que el título de
esta entrada de la web fuese el de una
novela negra o de una de esas
maravillas de la profusión literaria que eran las novelas del oeste de Marcial Lafuente Estefanía. Pongo el enlace a la Wikipedia en su nombre porque los
más jóvenes no sabrán de qué hablo. Lafuente Estefanía llegó a escribir más de
2.000 novelitas (por ser cortas, no malas), una producción que siguieron sus
hijos y nietos como “negocio familiar” que aún sigue vigente y entreteniendo a
lectores de América Latina con el sello Bruguera Mexicana. Puede que con
tanto título publicado alguno coincida o se parezca a mi “Tocamos a dos balas”; pero Estefanía aludirá a la munición que le
quedaría al Séptimo de Caballería acorralado por mil comanches enfurecidos. A
todas luces, no habría balas para tantos indios.
Tocamos a dos balas por cabeza fue el título de una obra de
“teatro físico” que la compañía ‘Los Corderos’ ofreció en el circuito teatral
alternativo entre 2007 y 2009. En esta pieza de teatro “acrobático” sus autores
e intérpretes se acercaban al debate que procuramos tener en este blog sobre el proceso civilizador en las
sociedades actuales...bueno, sin pedanterias, se aproximan más a la idea que
planteamos en el siguiente texto de nuestro habitual colaborador, Luis Pérez Armiño, sobre el incontrolado e irresponsable mercado mundial de
compara-venta de armas. Se fabrican cantidades ingentes de munición, según detalla
Amnistía Internacional dos balas por
habitante (la segunda será para rematar), porque la demanda la también colosal
producción de armamento mundial.
Hasta la más alta instancia
internacional (ONU) ha asumido que los ejércitos y las armas son necesarias
para la defensa de los estados y sus ciudadanos. Se aceptan con ese carácter
protector, obviamente no belicista.
Entonces, ¿por qué producimos tanto armamento convencional?, ¿por qué se
fabrica tanto excedente de armamento militar? Sobre estas contradicciones e
hipocresías de aplicar el libre mercado en las armas trata el texto de Luis que
les invito a leer:
El asunto de las dos balas
Gustavo Adolfo Ordoño ©
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