Montaje fotográfico de Trump con el Ejercito de EEUU. Fuente imagen |
A lo mejor el mundo civilizado
comparte algo con los terroristas del Daesh. La preocupación por la
victoria de Donald Trump en las
presidenciales de Estados Unidos. Ironías aparte, el presidente electo Trump
prometió acabar de un golpe con el terrorismo islámico. Una de sus salidas de
tono y bravuconadas de Mr. Trump fue criticar al Ejército estadounidense por su
escasa determinación en destruir a los terroristas
del EI (Estado Islámico). Les
venía a decir que por tener un presidente “blando”, Obama, no deberían quedarse con los brazos cruzados. Ha sido, también,
una de las promesas estrellas de su campaña hacia la Casa Blanca: un plan para aniquilar de forma completa al ISIS. Pero,
¿es posible cumplir tal promesa?, ¿cómo será ese plan, un ataque masivo por
tierra, mar y aire? Nos parece que hay “Trump” encerrado.
Por de pronto, Trump ningunea de forma injusta lo que ya ha realizado el Ejercito de EEUU al respecto. Es obviar
mucho que las fuerzas armadas iraquíes han sido adiestradas por mandos de Estados Unidos y por oficiales de países
miembros de la OTAN, la organización
menospreciada por Trump al considerarla inservible y costosa a los intereses
estadounidenses. España, por
ejemplo, ha adiestrado a varios batallones
de soldados iraquíes que ahora combaten por la toma de Mosul. Es evidente que el ejercito aliado no se ha quedado de
brazos cruzados en la lucha contra el Daesh; siendo otra de las mentiras
electoralistas que han aupado al poder al controvertido multimillonario Donald
Trump.
Las contradicciones en las que
incurre Trump no hacen más que
acrecentar la incertidumbre sobre lo que será su política exterior. No se puede
decir que EEUU dejará de ser la ‘policía
mundial’ y luego asegurar que intervendrá con dureza contra el Estado Islámico; lo que obligaría a una
intervención total en la región. No se puede “tontear” con el presidente ruso Putin, criticando la influencia y apoyo occidental
a los rebeldes sirios, favoreciendo la causa del dictador Al Asad y sus aliados, y luego arremeter contra Irán (los persas apoyan a Rusia y Al
Asad) asegurando que cancelaría los acuerdos recientes sobre el fin del bloqueo
por la causa nuclear a Teherán.
Así, con todo, mientras Donald Trump desmadeja sus
contradicciones o las mantiene demostrando su ignorancia geopolítica absoluta,
la batalla de Mosul sigue su curso,
iniciada con los planes geoestratégicos de la actual Administración y si las
fuerzas de Bagdad consiguen su objetivo, la aniquilación total del Estado Islámico comenzará a ser una
realidad sin que haya hecho falta poner en marcha la “chulería” de Trump.
Nuestro reciente colaborador, el historiador especializado en el Integrismo, Mariano López de Miguel, nos aporta un texto para saber quién es quién
en Mosul, el supuesto principio del fin del Estado Islámico, ISIS en inglés.
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