Mapa del Instituto Geográfico Nacional que resalta los enclaves extraterritoriales |
Miguel de Cervantes no es muy detallista al relatar en la 2ª parte
de ‘El Quijote’ el viaje que el
hidalgo y su escudero hacen desde tierras manchegas a Barcelona. Se puede
intuir que pasarían por tierras aragonesas y también es factible que lo
hicieran por tierras valencianas que estaban y están alojadas en territorios
castellanos y aragoneses, rodeadas por estas tierras y separadas de Valencia. El autor de estas líneas,
saliendo de Castilla, ha viajado a
las costas catalanas atravesando el Rincón
de Ademuz, comarca de administración valenciana. Lo hice por interés turístico,
ya que las autopistas que llevan a Cataluña
se han trazado en otras coordenadas geográficas, pero en la época de
Cervantes sería el camino más “natural” partiendo de La Mancha.
El Rincón de Ademuz
Este enclave o región
extraterritorial, el Rincón de Ademuz, está entre
Castilla-La Mancha (Cuenca) y Aragón (Teruel), separado de la Comunidad de
Valencia al sur por el municipio conquense de Santa Cruz de Moya.
Las dos villas más importantes de la comarca, Ademuz y Castielfabib, nos cuentan, conociendo su historia,
el por qué, aún siendo valencianas, están separadas territorialmente del
antiguo Reino de Valencia, hoy Comunidad Valenciana. Ademuz es la capital del territorio y su origen como población de
importancia es musulmán. Desde la alcazaba conocida como Al-Dāmūs (Ademuz), se controlaba el paso entre los
reinos de Aragón y Castilla hacia la costa valenciana. Pedro II de Aragón consigue una primera conquista en 1210; es decir,
es una de las primeras fortalezas en conquistarse camino de la gran conquista de
la Taifa de Valencia (Taifa de Balansiya).
Aunque sería el hijo de Pedro II de Aragón, el
ya conocido desde sus primeros años de reinado “expansionista” como Jaime I El Conquistador, el que consolidase la conquista de la comarca, con la
toma de la otra fortaleza que controlaba ese estratégico paso, el castillo de Castielfabib. Dos siglos después, esas
tierras seguían adscritas a la Corona de Aragón, a través de su incorporación
al creado Reino de Valencia, en sustitución de la taifa valenciana, y eran ‘territorio
de frontera’ en las guerras entre castellanos y aragoneses. Pedro I de Castilla (llamado El Cruel por sus detractores) conquistó
varias veces para su corona Ademuz y Castielfabib,
aunque la resistencia y fidelidad a la Corona Aragonesa de estas villas valencianas
hizo que Pedro IV de Aragón (de ahí
la llamada Guerra de los Pedros, 1356-1369)
les concediese prebendas y restituyera su condición de leales ciudades del
Reino de Valencia.
Al paso de los siglos, esa
tozudez en seguir valencianas las hizo quedar rodeadas de tierras que
castellanos y aragoneses habían conquistado para su administración. Hubo
intentos más “racionalistas” de hacer una reorganización territorial más lógica,
pasando el Rincón de Ademuz a ser
parte de la cercana provincia de Teruel, como el del hermano de Napoleón Bonaparte, Jose I, que en 1810
trazó una nueva división territorial de la península, sin llevarse a cabo por
el reinado efímero del francés. También hubo otro intento en 1822 de los
liberales José Agustín de Larramendi y Felipe Bauzá, pero la vuelta al Absolutismo
de Fernando VII truncó de nuevo esa reforma.
El Condado de Treviño
El otro caso más llamativo de
extra-territorialidad se da en Álava, el Condado
de Treviño es tierra burgalesa en medio de territorio vasco. En este caso
se aprecia mejor las causas históricas que llevaron, como al Rincón de Ademuz, a
esta curiosidad extraterritorial. Causas históricas de índole jurídica (fueros
y costumbres) que primaron sobre las consecuencias geográficas que generaban. El
origen de esta “singularidad” territorial estaría en el contexto de la Conquista
de Navarra (siglo XII), las
guerras de castellanos, navarros y aragoneses, en una comarca que es cruce de
esos tres reinos, producía la toma y disputa de villas entre nobles y
soberanos.
Mapa de la provincia de Burgos, con su territorio (a la derecha, el Condado de Treviño) en medio de Álava |
Álava que durante todo el siglo XII fue del reino navarro pasó al
siglo siguiente a la Corona de Castilla, pero manteniendo sus fueros específicos
(Cofradía de Arriaga) exceptuando la villa de Treviño y la de Vitoria,
que eran realengas (bajo jurisdicción del rey). Al hacerse la contemporánea división
territorial de Javier de Burgos, en 1833, éste optó por primar la cuestión jurisdiccional
sobre la geográfica. Treviño era condado ajeno a los fueros alaveses, por tanto
era territorio adscrito a Castilla a través de la cercana ciudad de Burgos.
El enclave de Llivia rodeado de suelo francés
Aunque para caso más curioso y
relevante es el de Llivia. Rodeado
de territorio francés, este municipio de la provincia de Gerona es un caso extraterritorial en otro Estado. Un pedazo
español, una isla catalana, rodeado por la comarca de la Baja Cerdaña francesa.
En concreto, es un enclave del Estado español rodeado en su totalidad por
territorio del Estado francés, por el departamento
de los Pirineos Orientales y como resultado del Tratado
de los Pirineos de 1659. En el contexto de la Guerra
de los 30 Años y derrotada España en la Batalla de las Dunas (1658),
este tratado de paz beneficiará a París con la cesión definitiva del Rosellón y
la reorganización de la frontera pirenaica. La frontera será ahora lineal, siguiendo
los Pirineos, salvo en los casos del diminuto enclave de Llivia y
al valle de Arán, sobre los que
se respetó la soberanía española.
Fachada de la Oficina de Turismo de Llivia |
Estos son los casos españoles más
llamativos, aunque también existen micro espacios extraterritoriales que apenas
se aprecian en los mapas; como el municipio de La Cepeda de administración madrileña en medio de la provincia de Ávila o los minúsculos territorios de Miranda del Ebro (Burgos) en territorio
de La Rioja, los de Palencia dentro de las tierras de Cantabria (Cezura, Lastrilla y Berzosilla)
y el enclave mínimo de Navarra en Zaragoza (Petilla de Aragón).
Gustavo Adolfo Ordoño ©
2 Comentarios
Buenas. Me ha parecido muy interesante su artículo, así como otros publicados en su página web. Quería preguntarle si el territorio ciudadrealeño del Rincón de Anchuras, que está separado del resto de su provincia, se considera territorio extraterritorial. Por otro lado, mirando en wikipedia, he encontrado una lista de más de 20 enclaves.
ResponderEliminarMuchas gracias por atenderme y reciba un cordial saludo.
P.D: Disculpe mi anonimato, es que no me gusta poner mis datos en internet.
Pues gracias por su interés aunque sea de forma anónima. La respuesta se la da usted mismo; en efecto es un enclave. Todo territorio fuera de su administración legal, en otra administración, se considera enclave. Al final del artículo se dan más ejemplos de esos casos, pero sabíamos que no estaban todos, iba quedar artículo muy largo. Por eso gracias dobles por su comentario. Saludos!
Eliminar