Los actos discretos de "retrocesión" de Ifni a Marruecos el 30 de junio de 1969. Fuente imágenes 'El Rincón de Sidi Ifni' |
Se va cumplir a finales del mes de junio los 50 años de la extraña retrocesión de la provincia española de Ifni, en el Marruecos central. Durante una década larga fue el destino para realizar el servicio militar obligatorio (SMO) de varias generaciones de españoles. Acabada la minimizada guerra del Ifni-Sáhara, los reemplazos de reclutas no dejaron de llegar por convertirse la capital Sidi-Ifni en un reducto español a defender a toda costa.
En
junio de 1958 la tensión bélica pasó a ser latente, en lugar de
notoria. Desde inicios de marzo de ese año se había aceptado un alto el fuego o
armisticio porque tratado de paz no hubo ninguno para la ocultada guerra del Ifni-Sáhara, iniciada en noviembre de 1957. No podía haberlo por una
cuestión formal, los tratados de paz se firman entre potencias o países
beligerantes y para Madrid el conflicto era cuestión menor, una revuelta
de guerrilleros comunistas. Existió el controvertido Acuerdo de Angra
Cintra que se firmó el 1 de abril de 1958 y que supuso una
discreta claudicación española, con garantías de paz inciertas por parte de
Marruecos.
Ese
acuerdo que toma el nombre de una bahía a pocos kilómetros de Villa Cisneros,
la primera ciudad española de importancia en el Sáhara, ponía “las cosas
en su sitio”. España no había devuelto a soberanía marroquí el
protectorado sur español, Cabo Juby (Tarfaya); algo de obligado
cumplimiento por los tratados que conformaron con Francia ese
protectorado (1912) y por los acuerdos de independencia actuales con Marruecos
de 1956. Fue lo más rápido y claro que estipuló este “acuerdo secreto” de paz;
España se marchaba el 10 de abril de 1958 de Villa Bens, capital de Cabo
Juby, pero se mantenía en la “ilusión” de Ifni (solo dominaba la capital
Sidi-Ifni) y mantenía su administración (que no control) intacta en el llamado Sahara
Español.
Como
historiador he investigado estos hechos de Ifni-Sáhara entre 1957 y 1969. Soy
autor de La guerra de Ifni. Cuando la Guardia Mora abandonó a Franco,
y me hubiera gustado poder acceder a la documentación de ese “extraño” Acuerdo
de Angra de Cintra. Desclasificar esta documentación daría
mayor luz, obvio, para aclarar el asunto con un conocimiento más certero. Sin
embargo, estoy convencido de que las hipótesis que se pueden hacer sobre la
actitud del régimen franquista acerca de estos hechos, sin conocer el documento
de abril de 1958, no son muy erróneas. Defiendo que en Angra de Cintra el ministro
de Exteriores Castiella, no acordó una cláusula secreta por la que España
debería devolver en una década Ifni a Marruecos. Todo lo contrario, se mantuvo Ifni
en el litigio territorial como posible compensación ante la previsible pérdida
del Sáhara.
Hacer la mili en la 51º provincia de Ifni, una experiencia para miles de españoles
La
“paz total” entró en vigor el 30 de junio de 1958, dato que resaltan los
defensores de un acuerdo secreto de devolución de Ifni porque la retrocesión
se hizo un 30 de junio de 1969, más o menos una década después que supondría
el plazo dado por Marruecos para “salvar el honor” español. Es evidente
que hubo mucho de ‘cuestión de orgullo’ en ese sibilino acuerdo de Angra de
Cintra. El ejército español había combatido con coraje, más que con
medios, para mantener un territorio que se consideraba tan español como
Alicante. La capital Sidi-Ifni resistió, no había sido tomada por los
rebeldes y eso era un triunfo militar al que no se podía renunciar.
Soldados de reemplazo españoles visitan a sus compañeros caídos enterrados en el cementerio de Sidi-Ifni, 1958 |
Sobre
el papel, Ifni seguía siendo España y así se hacía constar en el
acuerdo sin ninguna “cláusula” adicional. Otra cosa fue el juego de fuerzas
que sobre el papel negociador de Angra de Cintra también se proyectaba. Marruecos seguía con sus reclamaciones de soberanía sobre
todas las posesiones españolas en lo que consideraba su “espacio vital”
(incluidas Ceuta y Melilla); España se mantenía firme contra esas pretensiones
marroquíes, guardando Sidi-Ifni ante la inevitable deriva internacional
de descolonización que arrastraría sí o sí al Sáhara. Se pensaba en Ifni
como otra Ceuta (ciudad que provenía de los portugueses), una
carambola histórica que fijaría un territorio continental cerca de uno insular,
las Islas Canarias.
Es
por eso que en Sidi-Ifni se invirtieron cientos de millones de pesetas,
para mejorar sus infraestructuras y para albergar una población que llegó a
superar las cincuenta mil personas. De ese medio centenar de miles de personas,
30.000 eran tropa y oficialidad. Soldados de reemplazo y sus mandos. Soldados
que eran jóvenes españoles haciendo el Servicio Militar Obligatorio (SMO),
a miles de kilómetros de la península, en una ciudad sitiada literalmente por
el ELM (Ejército de Liberación Marroquí). Un destino que parecía exótico
para un chaval de 21 años, pero que suponía un escollo grave en las relaciones
internacionales españolas.
Fotograma del NODO (Noticiario Documental) de 1950, reportaje de la visita de Franco a Sidi Ifni |
Desde
ese junio de 1958 que se irían reemplazando los soldados que habían
combatido en la Guerra de Ifni, fueron miles los jóvenes que realizaron
su servicio militar en Sidi-Ifni. Las experiencias de muchos ellos se
han volcado en forma de libros de memorias o testimonios, en páginas web
o en asociaciones de carácter nostálgico. Y se ha dado la circunstancia, algo
prevista, de que sus nostalgias hayan removido los recuerdos de los que hicieron
la mili pero en pleno conflicto, lo que les convertía en veteranos de guerra…
sin haber podido pensar mucho en ello.
El
30 de junio de 1969 se produjo la ‘retrocesión de Ifni’; más que por una
cláusula secreta de 1958 por los cambios drásticos en la situación
internacional del Sáhara. Desde mediados de 1960, el Movimiento para la Liberación del Sáhara (futuro Frente Polisario) había cometido
actos de sabotaje y protestas tanto contra el dominio español como contra
Mauritania y Marruecos, los otros países con intereses en Sáhara. Ya existían
otros “enemigos” e interlocutores en la cuestión, que además se estaba
complicando con claros tintes bélicos.
Mantener
Sidi-Ifni a costa de repetirse una guerra con su extensión saharaui,
casi ya en 1970, con una sociedad española en vías de desarrollo y
modernización, hubiese sido un error estúpido hasta para un régimen
militarista como era la dictadura franquista. Se optó en Ifni para favorecer
una solución al Sáhara por la estrategia diplomática con el gesto de la
retrocesión, algo que al final tampoco sirvió a los intereses de España en la zona.
Gustavo
Adolfo Ordoño ©
Historiador y periodista
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