Las tomas de posesión más históricas de EEUU

 

Sin duda, la más histórica y la más triste. Johnson jura como presidente en el Air Force One tras el asesinato del presidente Kennedy en 1963

  El que sería 36º presidente de Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, juró su cargo en un avión y puso su mano en un misal, en lugar de la Biblia usada en las solemnes ceremonias. Dos datos que hablan de la excepcionalidad histórica de su toma de posesión. Unas horas antes el presidente Kennedy había sido tiroteado cuando viajaba en un descapotable durante su visita a Dallas. Johnson iba con su mujer en otro vehículo de la comitiva. El Servicio Secreto obligó al vicepresidente a abandonar el hospital Parkland Memorial, donde esperaba -como todo el país en vilo- la evolución médica del aún presidente Kennedy. Se pensó que el mejor lugar para el eventual relevo presidencial era el Air Force One, con buenas comunicaciones y la opción de huida rápida si continuaban los atentados. El temor a que fuese un ataque mayor, contra los máximos dirigentes de EEUU, hizo viajar al vicepresidente Johnson del hospital al aeropuerto agazapado entre los asientos del coche y tapado por sus escoltas. 

Una vez que se encontraba seguro en el Air Force One, el futuro presidente Johnson no quiso despegar hasta que se confirmara la muerte de Kennedy. También deseó esperar a la primera dama, la que pasaría a ser viuda del presidente más carismático de la historia de Estados Unidos, Jacqueline Kennedy, con la idea de garantizar su seguridad y conseguir dar a su improvisada toma de posesión una cierta «dignidad» ceremonial. Pero la glamurosa Jacqueline no quiso acudir al avión presidencial si no la acompañaba el ataúd con el cadáver de su marido. 

Todos esos requisitos de las personas que estaban viviendo en primera línea un hecho histórico, retrasarían el despegue a Washington donde la comitiva presidencial estaría más segura. Robert F. Kennedy, el Fiscal General del Estado y hermano del presidente asesinado, consideró necesaria la pronta jura del cargo por el vicepresidente Johnson para evitar el vacío de poder en esa dramática situación que sufría el país. De esta manera, antes de despegar, se produjo esa toma de posesión tan singular de un presidente de los Estados Unidos

Harry S. Truman toma juramento en abril de 1945 en la misma Casa Blanca, tras la inesperada muerte del presidente Roosevelt que había jurado apenas tres meses antes

Las tomas de posesión más históricas de EEUU no responden a un ranking basado en el nivel de tragedia de las circunstancias. También se «hacen más históricas» por detalles tan desapercibidos como quién hace tomar el juramento. Siguiendo con la excepcional toma de posesión de Lyndon B. Johnson, por primera y única vez en la historia de ese país el juramento fue dirigido por una mujer, en lugar de un juez hombre. Se trató de la jueza federal Sarah T. Hughes, que era el jurista con mayor rango y más a mano en esa fecha histórica del asesinato de Kennedy el 22 de noviembre de 1963. En otras circunstancias esa juez pasaría a la historia con más gloria que pena. No sería el caso de las tomas de posesión presidenciales que se dieron en 1945, donde su pasar «sin pena ni gloria» es lo que las haría más históricas que otras.
-El presidente Roosevelt firma la guerra contra Japón-

El 20 de enero de 1945 tomaba posesión del cargo de presidente por cuarta vez consecutiva el venerable Franklin Delano Roosevelt. Para empezar este juramento sería ya histórico al ser el último que podía hacerse por más de dos veces seguidas. En realidad existía un acuerdo tácito, una «tradición», desde George Washington de no superar los dos mandatos. Tras esa cuarta toma presidencial de Roosevelt se aprobaría la enmienda vigésimo segunda de la Constitución que limitaba a dos las presidencias. Sin embargo, esta toma de posesión como presidente de los Estados Unidos pasaría al dato de interés histórico por ser la más sobria y discreta de todas las que se pudieron celebrar de forma oficial. El presidente Roosevelt no quiso dispendios ni celebraciones, cuando la guerra mundial seguía sangrando la economía y continuaban muriendo jóvenes estadounidenses en los numerosos frentes de la Segunda Guerra Mundial

La toma de posesión y posterior investidura de Roosevelt de 1945 no tuvo desfiles ni el público en masa en la explanada del Capitolio. Sería en el pórtico sur de la Casa Blanca, curiosamente igual que la de su sucesor, el vicepresidente Truman que el 12 de abril de ese año debió jurar el cargo de presidente por el fallecimiento repentino de Roosevelt. Lo hizo en una de las dependencias para reuniones, rodeado por algunos miembros del gabinete del presidente fallecido y junto a su esposa y la viuda de Roosevelt. Le tomó juramento un nervioso presidente del Tribunal Supremo, Halan F. Stone, que no sospechaba el motivo de ser llamado de urgencia para acudir a la Casa Blanca. 

La histórica toma de posesión del primer presidente negro en EEUU

Para finalizar, hemos considerado «más histórica» que otras la toma de posesión del presidente Obama el 20 de enero de 2009
. Barack Obama había ganado con su equipo del Partido Demócrata las elecciones de noviembre de 2008, era el primer presidente afroamericano de la historia de los EEUU. La toma de posesión y su investidura respondieron a ese gran hito histórico, pues consistieron en cuatro días, desde el 17 de enero, de actos solemnes y simbólicos del presidente electo. Al final la investidura, que es la toma de posesión y juramento en público, batió el récord de asistencia con casi dos millones de personas. 

El vicepresidente de Obama que también tomaba posesión ese histórico día, Joe Biden, una década después ha ganado las elecciones. Este próximo miércoles 20 de enero de 2021 tomará posesión del cargo de presidente de Estados Unidos. Imagino que para su incomodidad será un juramento histórico por motivos no deseados. El Capitolio y sus alrededores estarán fuertemente custodiados con miles de soldados de la Guardia Nacional tras el penoso asalto que sufrió el pasado 6 de enero. La pandemia de Covid-19 tampoco dejaba esperanzas a una toma de posesión con mucho público. Algo que ahora se ha descartado de manera definitiva por medidas de seguridad ante el temor de ataques «trumpistas» y será una celebración con limitados testigos. Una decepción que recuerda a las tomas de posesión históricas mencionadas. 


Gustavo Adolfo Ordoño ©

Historiador y periodista 

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