La República de Mauricio gana al Reino Unido en la ONU su reclamación de la isla Diego García y el resto del Archipiélago de Chagos
La isla Diego García (nombre de su descubridor andaluz) en una vista aérea. Fuente de la imagen |
En diplomacia cualquier detalle es importante. Un país pequeño como República Mauricio, hace unas semanas fletó un nuevo avión Airbus de la compañía Air Mauritius y lo ha renombrado con el suspicaz nombre de “Archipiélago de Chagos”. En 1965 se produjo una incompleta descolonización, las Islas Mauricio fueron separadas por la Administración de Londres de su territorio histórico de Chagos.
Sin contar las navegaciones de árabes
muy tempranas en la zona, en cuanto a europeos, portugueses y españoles
navegaron primero por todas las islas, islotes y atolones del Océano Índico. Tierras muchas
deshabitadas y otras pobladas escasamente por poblaciones de origen africano en
las emigraciones del paleolítico superior. Portugal fondeaba en esa isla Mauricio y en su ruta hacia la
India iba haciendo escala en archipiélagos como el de Chagos, donde la isla Diego
García es la más grande (unos 30 Km²). Sin embargo, nunca creó
asentamientos de importancia y su control era más nominal que real.
Ejemplo del confuso dominio
europeo en ese primer siglo de exploración sobre esas miles de islas y atolones
en pleno Índico, resulta el cambio de nombre o de atribución sobre el
descubrimiento que estas tierras fueron teniendo. Diego García se llama así por su teórico descubridor andaluz, un navegante de Moguer que sirvió a ambas
Coronas, tanto española como portuguesa a mediados del siglo XVI (1544). Otra teoría
dice que las islas de Chagos, igual
que Mauricio y Reunión, fueron descubiertas primero, sobre 1512, por el navegante portugués que
da nombre al gran arco de archipiélagos que van de suroeste (África) a noreste
(India) del Océano Índico, Pedro de Mascareñas.
En el siglo XVII es cuando se puebla la isla Mauricio con colonos holandeses y esclavos negros; además de
dar el nombre definitivo a la isla en honor al príncipe Mauricio de Nassau. Los Países Bajos se aprovecharon de la previa exploración ibérica para
luego colonizar en lugares que los ibéricos consideraban poco o nada rentables
a sus intereses. Método que se les volvió en contra cuando franceses y británicos
pusieron el ojo en esas exploraciones mercantiles de ultramar. Francia será la potencia que domine
esas islas del Índico en el siglo XVIII y llevará a Diego García los primeros habitantes,
esclavos africanos para las plantaciones de coco que sacaban su preciado
aceite. Pero llega el siglo XIX y la
derrota napoleónica abre esos territorios, tras tratados ventajosos y alguna
victoria militar, al dominio británico
desde 1810.
Louis Olivier Bancoult, líder de los chagianos, apoyado por el laborista Corbyn. Fuente imagen |
Esos esclavos negros llevados por los franceses desde Reunión y Mauricio
al archipiélago de Chagos a mediados del XVIII y los trabajadores semiesclavos hindúes
llevados en el XIX por británicos, compondrían la población autóctona de Chagos (Diego García y los otros atolones
menores) que fue obligada a dejar su tierra y sus casas entre 1965 y 1972 en un
programa de despoblación exigido por EEUU
al alquilar la isla de Diego García a
los británicos para instalar una gran base militar. No se quería población
civil autóctona, se llevaría personal civil auxiliar estadounidense para el
apoyo de los más de 4.000 militares que gestionan la base aeronaval.
El alquiler que duraba hasta 2016
ha sido prorrogado hasta el 2036, lo que avivó el activismo de la Asociación
de Deportados Forzosos de Chagos, liderada por Louis Olivier Bancoult; una comunidad repartida entre la isla
Mauricio y la misma capital de la ex metrópoli, Londres. También las acciones
diplomáticas del gobierno de la República de Mauricio, para la unificación con
Chagos, se han visto reforzadas tras varios sonados éxitos como el
reconocimiento por la ONU en 2017 de
que sea el Tribunal Internacional de
Justicia (TIJ) quien dicte una valoración jurídica sobre ese pasado colonial tan incómodo
para las potencias anglosajonas. Por de pronto, la deportación forzada de casi
1.800 personas desde 1965 ha sido considerada ya oficialmente una medida
contraria a los derechos humanos.
Pero el éxito diplomático de Mauricio no acaba aquí. El pasado mes
de mayo, la Asamblea General de la ONU
aprobó una resolución que exige al Reino Unido devolver el control del
archipiélago de Chagos a la República Mauricio en un plazo de 6 meses. Son
palabras mayores a nivel de relaciones internacionales “institucionalizadas”.
No obstante, el peso militar geoestratégico de EEUU y su aliado británico en la
zona, base de operaciones vital para controlar a la “arrolladora” China de
estos días, dificultará hacer realidad lo estipulado sobre el papel. ¿Regresarán los chagianos pronto a casa?
Historiador y periodista
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