Los septiembres tienden a ser «negros»

 

Un terrorista encapuchado del grupo palestino Septiembre Negro se asoma el 5 de septiembre de 1972 al balcón del apartamento de la villa olímpica de Múnich donde tenían secuestrados a los atletas de la delegación israelí

  

 El título de este texto podría resultar algo frívolo considerando la gravedad de los temas que quiere analizar. Se le podrían poner muchas «pegas», incluso las más puntillosas de la ultra corrección política y lamentar que utilice el término «negro» para significar lo trágico porque resulta racista. Pero supone un titular tan preciso y cierto que acabamos disculpando su posible trivialidad. Lo comprobarán cuando tengamos el habitual incremento de artículos y reportajes sobre los 11-S, y acerca de los muchos «septiembres negros» (hechos luctuosos, «oscuros») ocurridos en la Historia. 

Sin ir más lejos, a comienzo de este mes de septiembre se daba el 52º aniversario del atentado terrorista palestino en los Juegos Olímpicos de Múnich, donde fueron asesinados once atletas de Israel. Desde entonces, desde que la primera ministra Golda Meir declarase ese septiembre de 1972 en Múnich la guerra al terrorismo, todos los gobiernos israelíes han tenido en ese hecho histórico una «excusa» (motivos) ante la comunidad internacional para sus contundentes ataques de respuesta contra los milicianos palestinos

Quizás por estar cerca el primer aniversario del que consta, por ahora, como peor atentado terrorista palestino contra Israel el próximo 7 de octubre, la efeméride de la tragedia de Múnich'72 haya tenido un perfil mucho más bajo dentro de la «avalancha» de recordatorios de «septiembres negros» que se avecina. O quizá tenga también que ver con esa guerra del relato que todas las fuerzas geopolíticas emplean para imponer como más justas las «versiones» de sus actos, que luego se convierten en hechos históricos.    

 Así, serán pocos los que recuerden que el grupo terrorista que atentó contra la delegación olímpica de Israel en los Juegos de Múnich se llamaba «Septiembre Negro». Y se llamaba de esta forma, no porque los palestinos y el resto del mundo árabe recordasen ese mes como el de su derrota traumática contra Israel en las guerras entre las décadas 1960 y 1970, se denominó «Septiembre Negro» por un conflicto interno árabe. 

En concreto, el 6 de septiembre de 1970 el rey jordano Hussein I decretó el Estado de excepción para reprimir duramente a los fedayines palestinos refugiados en Jordania, milicianos y políticos de la ocupada Palestina que habían promovido su derrocamiento por su «tibieza» ante Israel. Los arrestados y asesinados palestinos en esa represión jordana se contaron por cientos. Como venganza contra el reino jordano y como una facción radical de Fatah se constituyó este grupo terrorista autodenominado Septiembre Negro. Dos años después quisieron hacerse notar internacionalmente en el aniversario de su tragedia.

En resumidas cuentas, ya sea por cuestiones internas o externas (internacionales), es fácil tener un  Septiembre Negro en nuestra historia...





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