El imperio danés, un desconocido expansionismo con huellas recientes en América

 

Recreación por IA de un supuesto mapa del siglo XVIII sobre las exploraciones y colonias danesas hacia el Caribe, África y Asia


 El propósito de «anexión o compra» del presidente estadounidense Donald Trump de la gran isla de Groenlandia ha sacado a la luz un dato histórico algo desconocido: el imperio danés. Una expansión colonial europea mucho más desconocida que la de españoles, portugueses, franceses o ingleses y que también se dio en las mismas partes del mundo: América, África y Asia. Una acción colonial efectiva de daneses y noruegos, pues esa expansión comenzó en 1671 con el entonces monarca del reino de Dinamarca y Noruega, Cristián V, que fundó la Compañía Danesa de las Indias Occidentales y Guinea en ese mismo año.

Esta «Compañía de Indias» llegó a estar a la altura en importancia e influencia comercial de otras compañías mercantiles similares como la francesa, la holandesa o posteriormente la británica. Se estima en más de 120.000 personas de África las mercantilizadas como esclavos por esta compañía. El propósito de negocio de los daneses era entrar en el llamado Comercio Triangular. Eran las lucrativas rutas comerciales del eje atlántico; con vértices en Europa, el Caribe y la fachada sur atlántica de América y África, para el intercambio de las manufacturas y armas europeas por esclavos africanos vendidos a las plantaciones caribeñas donde sus productos (azúcar, tabaco, algodón) se vendían a Europa


Representación del llamado "Comercio Triangular" de los siglos XVII y XVIII.
Fuente y créditos de la imagen: De Jefunky - Trabajo personal desde Triangular_trade.png, CC0


 Para tener un punto comercial, un enclave de partida en el mar Caribe, los daneses se fijaron en una isla algo desatendida por el resto de las potencias europeas que ya explotaban el Caribe. Se trataba de la pequeña isla de Santo Tomás (cercana a Puerto Rico) que hacia 1665, fecha de las primeras expediciones danesas-noruegas, parecía deshabitada. Las décadas entre los siglos XVII y XVIII fueron de consolidación de esos enclaves daneses, que con la incorporación de las cercanas islas de San Juan y Santa Cruz constituyeron las Indias Occidentales Danesas y la sede principal de la mencionada Compañía Danesa de las Indias Occidentales y Guinea.

Convertidas en el punto clave del comercio triangular danés se basó sobre todo en el transporte para comerciar de bienes manufacturados desde Dinamarca a la Costa de Oro africana. Allí se vendían o se intercambiaban en el comercio de esclavos africanos, adquiriendo a estas personas esclavizadas a los negreros y transportadas por los barcos de la compañía a las islas caribeñas para trabajar en la producción del azúcar, ron y otros productos tropicales exportados a Dinamarca.

 Desde el comienzo de esta «aventura colonial» danesa en el Caribe, el reino de los antiguos vikingos estuvo en dura competencia con otras potencias europeas más grandes, sobre todo con los Países Bajos y con los avances ingleses en la zona. De hecho, esa inferioridad como potencia colonial se apreció mucho más en sus expediciones a Asia. Dinamarca consiguió establecer colonias comerciales en la India, como los enclaves de Tranquebar y Serampore, desde sus primeras expediciones del siglo XVII

Sin embargo, aunque estas colonias fueron importantes en su objetivo de entrar en el lucrativo comercio colonial y en el negocio de especias con Asia, nunca llegaron al nivel de productividad e importancia de las colonias británicas o francesas en la zona. En África (Golfo de Guinea) ocurrió algo similar, aunque se llegó a llamar a la Ghana actual la Costa de Oro danesa con fortalezas comerciales en esas costas africanas para comercializar con esclavos y otros bienes, en 1850 Dinamarca cedió esos fuertes a Gran Bretaña porque geopolíticamente había entrado en la esfera británica como potencia de segundo orden. También Dinamarca vendió sus posesiones en la India al Reino Unido en ese siglo XIX.

Posición geográfica de Groenlandia, más cerca de América que de Europa del norte


 Volviendo a América, las Indias Occidentales Danesas fueron administradas por la Compañía Danesa de las Indias Occidentales y Guinea hasta 1755, cuando el gobierno danés asumió el control directo. Esas islas próximas al Puerto Rico español, lograron sobrevivir con dificultad a las ambiciones de ingleses, holandeses y franceses en la región hasta inicios del siglo XIX, cuando las guerras napoleónicas convirtieron a Dinamarca en una potencia menor en Europa y la soberanía danesa de las islas se vio controlada por los británicos. 

Además, la abolición en Dinamarca de la esclavitud en 1848 haría menos rentables e interesantes esas islas a los comerciantes daneses. Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial temió que Alemania, que dominaba a Dinamarca, se apoderase de esas islas caribeñas tan próximas a sus costas y en 1917 se las compraría a los daneses. Washington las rebautizó como las Islas Vírgenes de los Estados Unidos. Y así siguen hoy día, como posesiones extraterritoriales de los Estados Unidos de América.

 Sin embargo, Groenlandia que geográficamente se relaciona con América del norte, permanece como la herencia más determinante de esa expansión colonial danesa de los siglos XVII y XVIII. Con un remoto pasado común desde las expediciones vikingas del siglo X, que fue el argumento del «derecho histórico» de poseer esas tierras esgrimido por el reino de Dinamarca cuando las reclamó en el siglo XVIII y consolidó ese derecho en el XIX con la fundación de puertos y villas en la costa sur groenlandesa. 

La colonización danesa-noruega tuvo su desarrollo más claro con la expedición en 1721 del misionero noruego Hans Egede a Groenlandia. Lideró ese viaje de cientos de colonos daneses con el objetivo de convertir a los supuestos descendientes de los vikingos al cristianismo y restablecer así la presencia danesa. Egede estableció el primer asentamiento colonial danés en la costa occidental, cerca de la actual capital Nuuk. Esta ciudad acabaría siendo el puerto del monopolio comercial danés en Groenlandia, controlando el comercio de productos como pieles de foca, aceite de ballena y el apreciado bacalao

 Fue otra guerra mundial, la Segunda, la que volvería a relacionar una posesión danesa con los intereses geopolíticos de EEUU. El Ejército estadounidense instaló bases militares allí una vez que los alemanes invadieron Dinamarca y temieron que los germanos reclamasen ese territorio. Un territorio que en 1953 se convirtió en una provincia danesa más y que en 1979 conseguiría una amplia autonomía; amplificada en los estatutos de 2009 con un artículo donde se reconocía el derecho de autodeterminación para Groenlandia si así lo deseaba. 

Hoy en día esa gran isla vuelve a estar en el punto de mira de la «gran geopolítica» internacional con el posible aprovechamiento de sus recursos de "Tierras Raras". Así que el pasado y herencia colonial europea, en concreto de Dinamarca, y los intereses geoestratégicos de la gran potencia mundial norteamericana, EEUU, se verán determinados a influir sobre ese territorio que quizás desee por fin dirigir su propio destino con la independencia. ¿Será un nuevo país norteamericano renegando de su herencia cultural europea? ¿Continuará como autonomía extraterritorial europea? ¿Se convertirá en un estado asociado a Estados Unidos?



© Gustavo Adolfo Ordoño 

 

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