La OMS desaconseja el saludo en el codo que comenzaba a ser habitual en estos tiempos de pandemia |
Historia de los saludos más habituales en las distintas culturas, muchos ahora prohibidos por la pandemia
Haciendo una panorámica general, el mundo solía saludarse con las manos y utilizando los besos en las mejillas. Eran los dos recursos más empleados en las diferentes culturas. La globalización hizo imponerse el saludo occidental de estrechar la mano, aunque esa misma «universalización» de la salutación asumía que en lugares como Asia predominaba el saludo de inclinar la cabeza. Ahora, en tiempos de la pandemia de la Covid-19, las medidas tomadas para su control comienzan por el distanciamiento social y evitar el contacto físico.
A lo largo de la Historia las distintas civilizaciones crearon maneras de saludar. El saludo forma parte de las convenciones sociales y estará marcado por estas pautas para vivir en sociedad. También la salutación en las diferentes culturas tendría un componente protocolario según la afinidad y el nivel social de las personas. El abrazo, por ejemplo, en las culturas semitas de hace 4.000 años suponía el «saludo entre iguales». El beso en la boca en Occidente quedó como saludo para las parejas amorosas, sin embargo es utilizado por los europeos eslavos como colofón a los dos besos en la mejilla.
Ese tipo de saludo de la cultura eslava (tres besos, dos en la cara y el último en la boca) quedó inmortalizado como icono de la historia del siglo XX en el Muro de Berlín. Hablamos del beso entre el líder de la Unión Soviética, Leonid Brezhnev, y el presidente de la entonces República Democrática de Alemania (RDA), Erich Honecker. Ese mural reproduce una fotografía tomada en 1979 durante la conmemoración del 30 aniversario de la extinta RDA.
El apretón de manos, un saludo de paz
La hipótesis más aceptada es que el saludo estrechando la mano derecha es un gesto muy remoto y usado en muchas culturas, desde el neolítico, como manera de demostrar a la otra persona que no se iba armado. Enseñando la mano abierta y desnuda se tranquilizaba al otro, mostrando que no se portaba una espada o cualquier otro armamento. Juntar ambos las manos y cerrarlas era una manera de «sellar» la paz, tras un conflicto. Existen bajorrelieves y cerámicas pintadas del mundo mesopotámico y del griego donde se observan figuras que se estrechan las manos, tanto dioses haciendo pactos como guerreros mortales en señal de paz.
Esta manera de saludar, apretar las manos desnudas, tuvo tanta aceptación y continuidad en el tiempo por significar, en sí, el mismo sentido del saludo. En la Roma Antigua siempre que te encontrabas con un extraño, mostrar la mano desnuda sin armas daba garantías al otro de que no le ibas a agredir. Existía una variante del estrechar la mano en la época romana que era más habitual entre los hombres, era el de entrelazar los antebrazos.
El saludo del apretón de manos se «sofisticó» con el agitar de los brazos. Con el mismo objetivo originario del saludo, ahora se demostraba que nada se escondía en las mangas. El uso de las manos como saludos parece más extendido en las culturas provenientes de la Europa occidental. En la Edad Media levantar el brazo con la palma abierta era una forma clara de venir en son de paz y si era a una dama de procurar respeto hacia ella. De ese gesto existe un uso parecido que dicen ser el origen del saludo militar. Levantar el caballero su mano hasta la celada y alzarla para mostrar parte de su rostro a la otra persona significaba cortesía y respeto, no la amenaza de su armadura.
Relieve babilonio, donde reyes saludan a dioses con apretón de manos |
Manos y brazos son de las partes más visibles del cuerpo de una persona, por eso fueron usadas en la mayoría de los saludos formales a lo largo de la historia de la humanidad y por diversas culturas de todo el planeta:
- El namasté de la India y Nepal, supone juntar las palmas de las manos a la altura del pecho.
- El saalam del mundo musulmán es llevarse las manos cruzadas al pecho, a la altura del corazón.
- El wai de Tailandia, consiste en juntar las manos a la altura del cuello e inclinar levemente la cabeza.
El beso, un saludo íntimo que también fue muestra de fidelidad y sumisión
Los besos en las mejillas, los ósculos de los antiguos romanos, acabaron siendo el saludo más internacional y usado. Aunque parezca propio de Occidente, en el mundo islámico también se adquirió como saludo más estrecho y cálido. Es más, muchos musulmanes dan tres besos en las mejillas en lugar de dos. Como ocurre en Francia, quizá por la influencia de la gran comunidad islámica que existe en el país galo, la costumbre allí es la de tres. Algo que provoca confusión cuando vienen a España y son saludados con dos besos.
En el sur de Europa predomina el «modo dos besos». América Latina prefiere solamente un beso en la mejilla. El origen del beso como saludo, igual que el apretón de manos, resulta complicado de rastrear aunque existan muchos testimonios remotos de su utilización. Es probable un origen «matriarcal», en el amor de madre.
En el mundo Antiguo, documentado en Roma y también en la cultura etrusca, las madres saludaban siempre a sus hijos con ese gesto, considerado más cálido e íntimo. Esa muestra de amor filial pasaría también al saludo ceremonioso realizado a las «diosas madre». Incluso existió una especie de protocolo del ósculo en el mundo clásico:
- El osculum; nuestro ósculo actual, pues era el beso en la mejilla usado con los amigos.
- El basium; que ya suponía el beso en los labios, destinado únicamente al esposo o esposa.
- El suavem; un apasionado beso entre amantes, claro precedente de nuestros «besos de tornillo».
La "reverencia" oriental, el saludo más conocido de esas culturas |
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