Los regalos a dictadores, una historia entre el expolio y la megalomanía

  
El Mercedes 540 G4. Regalo de un dictador a otro, de Hitler a Franco.

  Ahora que por fin se ha hecho justicia y el Pazo de Meirás pertenecerá al patrimonio público español, como parte significativa de nuestra memoria histórica reciente, podemos apreciar mejor que este asunto se correspondía con algo tan extravagante como habitual en la personalidad de los dictadores: el gusto por el regalo excesivo. Porque en esa hermosa residencia construida por la escritora gallega Emilia Pardo Bazán y forzada a ser «regalada» al dictador Franco en 1938, también se hallaban otros expolios frutos de regalos excesivos al arbitrio de los caprichos de Francisco Franco y su esposa, Carmen Polo. Como dos esculturas del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago o una pila bautismal románica extraída de una parroquia gallega. Una actitud de arrogancia y grandeza excéntrica que hace al dictador apropiarse sin miramientos del patrimonio de su país. Veamos algunos ejemplos de estos «regalos-expolio» en la historia del mundo.

El primero de ellos tiene como beneficiario también al dictador Franco y viene de manos de un dictador célebre por encarnar al mal supremo. Nos referimos a Hitler y su regalo del 'Mercedes G4' en enero de 1940. La Segunda Guerra Mundial estaba en sus primeros meses y todo marchaba «sobre ruedas» para el III Reich alemán. En eso pensaría el dictador nazi cuando regaló a Franco ese vehículo de 6 ruedas y de tecnología puntera en su época. Hitler daría la orden de «expropiar» de la fábrica de Mercedes tres prototipos de ese nuevo modelo, quedándose con uno y regalando los otros dos: uno a Franco y el otro a Mussolini

Eran presentes con mensaje, de agradecimiento por ser dictadores afines al proyecto totalitario que tenía el jerarca nazi para Europa. Proyectado como coche-todoterreno para altos mandos militares, se construirían medio centenar de una versión más militar usada en la contienda. El modelo que estaba en España apenas se usó, pues al ser derrotado el Eje en 1945 el dictador español consideró mala idea pasearse con un vehículo regalo de Hitler. Por eso es el mejor conservado de todos los que aún existen en el mundo. Pertenece a Patrimonio Nacional y estuvo expuesto en el Palacio del Pardo.  

Las Torres o Pazo de Meirás, el expolio de Franco 
que se convirtió en el mejor "regalo" al dictador. Créditos imagen

El zoológico del estrambótico dictador de TurkmenistánSaparmuarat Niyázov 

Saparmuarat Niyázov fue dictador «paternalista» y extravagante de la antigua república soviética de Turkmenistán de 1991 a 2006. Autoproclamado padre de todos los turcomanos sus «auto regalos» más megalómanos eran intangibles pero afectaban directamente al patrimonio cultural de sus compatriotas. Cambió los nombres de los meses del año por los de sus familiares, enero se lo quedó para él por ser el primero. Prohibió la práctica de cualquier religión y de las tradiciones religiosas, apoderándose de la «espiritualidad» de su pueblo regalándoles una especie de Biblia Niyázoviana, el libro de consejos Ruhnama de obligatoria lectura para todos los ciudadanos y en las escuelas como libro de texto. 

Estatua chapada en oro erigida por Niyázov. Giraba siguiendo al sol

Era evidente, el regalo que ansiaba este dictador fue el culto a su persona. Y lo conseguiría hasta en el último año de su mandato. En 2006 ordenó la expropiación de tierras que el Estado de Turkmenistán tenía prospectadas para el rico recurso del gas natural en el desierto de Karakum, con el propósito de regalarse (a él y a su "amado" pueblo) un zoológico especializado en especies del Ártico. Pingüinos y osos polares en un páramo desértico que alcanza los 45º de media. Inconvenientes "menores" cuando se trataba de dar felicidad al pueblo turcomano, como buen padre que disfruta llevando al zoo, lugar feliz de la infancia, a sus hijos. 

El toro bravo que regaló Perón al dictador Trujillo de la República Dominicana

Si ha existido un dictador prototipo de la extravagancia en la «época de los dictadores» en América Latina, este ha sido Rafael Leónidas Trujillo. Mandatario dictatorial de la República Dominicana entre los años 1930 a 1961, cuando fue asesinado. Este magnicidio fue la única forma de arrebatar el poder a un dictador que de manera directa o indirecta gobernó durante treinta años los destinos de este país caribeño. En los años 50 del pasado siglo mostró su personalidad pretendidamente seductora al mundo, empezando por ganar peso geopolítico en la América Latina donde destacaban personajes como Perón o un incipiente Fidel Castro. El primero, el también general Perón, le regalaría para su cincuenta cumpleaños- en 1951- un esplendido toro semental de raza inglesa. 

Toro semental de raza inglesa similar al regalado a Trujillo

El ejemplar bovino llamado Pampero era bastante arisco y parecía incomodarle el clima tropical de la isla dominicana, nada parecido al de su tierra natal o al más seco de la Pampa argentina. Trujillo deseaba incrementar su producción vacuna propia en las diversas granjas "regaladas" por la burguesía dominicana, por lo que estaba encantado con el regalo de su amigo argentino. Cuando fueron a acomodar al animal en los establos de una de esas granjas tuvo una estampida de pánico hiriendo al militar dominicano encargado de su traslado. Este hombre era un cabo del ejército, Roberto de la Rosa Montás, apodado el Cabo Montás, que cuando Pampero le tiró del caballo y se vio acorralado le disparó entre ceja y ceja matándolo en el acto. Trujillo le "llamó al orden" y no atendió a explicaciones. Suspendido de empleo y sueldo por un año, fue además encarcelado durante tres meses por matar al regalo de Perón a su jefe. 

El palacio de Bucarest amueblado con todos los regalos al dictador Ceaucescu

Nicolae Ceaucescu (1918-1989) fue un dictador comunista singular por llegar a tener carisma internacional en su época de esplendor. Conseguiría ser portada del Times en 1966, logro al alcance de muy pocas celebridades políticas a lo largo de la historia. Recibiría en su sede-palacio de gobierno de Bucarest a muchas personalidades y mandatarios internacionales recibiendo regalos de todo tipo. También en sus viajes  al extranjero recibiría curiosos presentes de jefes de Estado de diferentes signos políticos. Además de la tendencia a "exigir" a los rumanos diversos parabienes para sus megalómanos gustos arquitectónicos y decorativos. Muchos de esos regalos de lujo fueron subastados en 2012, llegando a cifras millonarias algunos de los objetos.

El dictador Ceaucescu en la revista Times

Destacan entre los lujosos regalos una antigua estatua de bronce de un yak regalo del líder chino Mao Tse-Tung, un juego de palomas de plata que recibió del Sha de Irán. Pero también una obra de arte contemporáneo de un artista ahora relanzado, el pintor Artachini, que fue forzado a regalar al matrimonio Ceaucescu un cuadro que representa a una trabajadora leyendo un ejemplar del Pravda. Muestras del nivel de vida lujoso que llevaban los Ceaucescu mientras su pueblo se amargaba en una gris "igualdad en la desigualdad", en la pobreza económica y social. 

Fueron regalos o presentes a unas personalidades con el supuesto «encargo supremo» de buscar el bienestar de sus pueblos. Una responsabilidad que se auto otorgaban pero que escondía una egoísta y simple manía o delirio de grandezas.



Gustavo Adolfo Ordoño ©
Historiador y periodista 

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