Portada de una de las últimas obras de M. Bloch donde reflexiona sobre la derrota de Francia ante los nazis |
Todo se vino abajo en cuestión de semanas. Marc Bloch era un héroe francés de la Primera Guerra Mundial y en el momento en el que los nazis entraban victoriosos en París el 14 de junio de 1940 era uno de los historiadores europeos más prestigiosos, fundador junto a Lucien Febvre de la influyente Escuela de los Annales en 1929. Esta corriente historiográfica suponía un antes y después en el tratamiento de las fuentes, donde los factores económicos y sociales adquirían mayor relevancia.
Pero eso daba ya igual, el nuevo gobierno de Vichy, títere de los nazis, había decretado la llamada «Ley Racial» y por sus orígenes judíos perdía su plaza de profesor universitario. Bloch obligado a dejar la cátedra de Historia Económica en la Soborna, decidió ir introduciéndose en la inteligencia de la Resistencia francesa como guerrillero en la retaguardia. Eran los meses finales de 1940.
Marc Bloch (1886-1944) era hijo de un historiador, Gustav Bloch, especializado en Historia Antigua. Continuar con la profesión del padre en el seno de una familia judía no resultaba anormal en esos tiempos, donde el Imperio Austrohúngaro presumía del vigor cultural de sus ciudadanos y de esa multiculturalidad que daba estar compuesto por variadas pequeñas naciones. El protagonismo de su comunidad judía en esa vitalidad intelectual y artística solamente molestaba a los pangermánicos y a los nazis que ya estaban muy activos desde finales de la década 1920.
Los Bloch eran franceses, pero con lazos familiares en la zona franco-alemana y austríaca. Marc estudiaría en la Ecolé Supérieure de Berlín. Relaciones que nos hablan de ese carácter «civil» que en Europa tuvieron las dos grandes guerras. Marc Bloch sería ejemplo de ello cuando se alistó en el Ejército francés nada más comenzada la Primera Guerra Mundial y sabiendo que se estaba enfrentando con seguridad a algún familiar ciudadano en el bando austro-germano. En esa Gran Guerra, el joven Marc llegaría a ser capitán y lograr la Cruz de la Legión de Honor.
Marc Bloch con uniforme militar durante la Primera Guerra Mundial |
Acabada la Gran Guerra, Marc Bloch se centra en sus innovadoras metodologías de investigación histórica en la Universidad de Estrasburgo donde conoce a Lucien Febvre. Ambos con la creación de la revista Annales d'histoire économique et sociale, en 1929, marcarían una nueva corriente historiográfica que combinaba la documentación de archivo con los datos extraídos de usar otras ciencias sociales como la economía y la sociología. Esta metodología la puso Bloch en práctica, partidario de la «observación histórica activa» en sus estudios de la Francia medieval. Sin duda, otra de las grandes aportaciones del historiador francés sería su obra, fruto de la tesis doctoral, titulada La Sociedad Feudal. Una investigación determinante para acabar con los prejuicios provenientes del Romanticismo sobre la Edad Media, como una época decadente y oscura.
En medio de esas investigaciones que dieron luz a una mal llamada «época oscura» cambiando la perspectiva que se tenía de la Edad Media, la vida de Marc Bloch volvería a verse enfrentada a la experiencia de la guerra. Intentaría resistir en la nueva realidad que imponían los ocupantes de Francia del III Reich, desde sus plazas de docente en las universidades de Montpellier y Clermont-Ferran. Sin embargo, las presiones del gobierno Petain con las leyes raciales le vetaron de sus funciones públicas y empujaron a militar en la Resistencia anti-nazi francesa. Por su edad, veterano de la otra guerra mundial, contribuyó a la logística y preparación de los sabotajes contra las fuerzas de ocupación alemanas. Capturado por la Gestapo en 1942, durante su cautiverio escribió su memorable Apología de la Historia, un ensayo crítico y de calado filosófico sobre el oficio de historiador.
Cuando en junio de 1944 las tropas aliadas desembarcan en Normandía, la Gestapo sospechará de Bloch como uno de los apoyos de la Resistencia desde la cárcel a esa mega operación de liberar Francia. Creían que había facilitado el desembarco en las costas normandas siendo uno de los autores de escritos que opinaban tendría lugar la invasión aliada desde Italia. Por ello será torturado para averiguar su grado de implicación y hacerle un juicio sumarísimo. Finalmente, en medio del desconcierto y la rabia nazi por el éxito del desembarco, sería fusilado el 16 de junio de 1944. Justo cuando se cumplían cuatro años de la humillante ocupación nazi de su «estudiada» y querida Francia.
Gustavo Adolfo Ordoño ©
0 Comentarios