 |
| En febrero de 1947 Lord Louis Mountbatten, héroe de la Segunda Guerra Mundial y primo del rey Jorge VI, fue designado último virrey de la India |
«Lo que para Occidente es universalismo, para el resto del
mundo es imperialismo»
(Samuel P. Huntington, en El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial)
De una manera u otra, el imperialismo ganará. De hecho, el imperialismo debe ganar y está ganando. Lo acaba de hacer en el Reino Unido. El que va a ser su primer ministro, el político de origen hindú Rishi Sunak, resulta ser un convencido pro Brexit; es decir, un anti europeísta. Es un nacionalista de la Gran Bretaña cuyos padres quizás, los abuelos seguro, nacieron en la joya del Imperio británico: la India. No es que su procedencia implique ser euro escéptico por naturaleza, pero influye a la hora de adquirir carácter político. Su activismo desde la primera juventud contra la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea (Europa) es un claro rasgo ideológico en su política. Sunak es de los británicos que prefiere rememorar las «sendas imperiales» para recuperar ese espíritu indómito de gran potencia que perdió hace décadas su país. Es decir, imperialistas al modo de los nuevos tiempos.
El imperialismo va a ganar, de una forma u otra. En marzo de este año parecía que el unos días «imperialismo decimonónico» y otros días «imperialismo neo soviético» de la Rusia de Putin se iba a imponer –ganar- con facilidad, consiguiendo sus claros objetivos imperialistas en Ucrania. Sin embargo, desde septiembre, el ejército de Kiev ha revertido el curso de la guerra gracias al «apoyo imperialista» de EEUU y del resto de Occidente. Es decir, ganará el «universalismo occidental» que es sinónimo –evidente para los antiimperialistas- de imperialismo. Sin embargo, como se prevé una guerra larga y un posible empate técnico como resultado final, puede que ganen los dos formatos de imperio. Lo curioso es que no habrá sensación de triunfo imperialista, se dirá por un lado que triunfa la democracia y por otro que la ‘Madre Rusia’ ha logrado su justa reivindicación geopolítica.
Y en el antagonista natural de Occidente, en Oriente, ya ha ganado –por goleada- el imperialismo chino. Durante el reciente Congreso del Partido Comunista Chino, el presidente Xi Jinping ha reforzado su poder absoluto en el gigante asiático tanto o más que el atesorado por el determinante Mao. Una de las premisas de su discurso de confirmación no solía ser tan protagonista en este tipo de actos. Xi ha dejado claro que China alcanzará su objetivo de integrar –de facto- a Taiwán en su soberanía, sin descartar para ello ningún medio, incluida la invasión militar si fuera necesaria. Es decir, recuperar el imperio de ‘Todo bajo el Cielo’; ganar el imperio de una manera u otra.
El editorial de Pax Agusta
0 Comentarios