Obiang consigue el respaldo político con la visita del rey Juan Carlos en 1979. Imagen del Archivo EFE |
Madrid, octubre de 2018
La historia de Guinea Ecuatorial como país independiente
cumple el próximo día de la Hispanidad (12 de octubre) su 50º Aniversario. Y lo hace con un gran desconocimiento por parte de
la sociedad española y un profundo desinterés por la guineana. En realidad, en Guinea Ecuatorial no interesa ni importa
la Historia; no hay archivos históricos ni cátedras de historia contemporánea.
Están en otra dimensión. Una de natural raíz africana, de tradición oral de la
historia. En gran parte, sus vivencias como pueblo se trasmiten aún a través de
los cuenta cuentos o narradores tribales.
Por eso cualquier acercamiento a
su historia más reciente debe hacerse desde el monopolio de la perspectiva europea. Un monopolio no
buscado, más bien es una realidad cruda: no hay otras fuentes. Para contarles
esta historia curiosa del sobrino de dictador
Macías, que le derroca y ejecuta en 1979, cuando la Guinea Española llevaba poco más de diez años como país
independiente, debemos acudir a las hemerotecas españolas. Teodoro Obiang Nguema había dado el llamado “Golpe de la Libertad”
en agosto del último año de la década 1970. Derrocaba a un mandatario que de líder
de la independencia había pasado a ser el “Hitler” de África, un delirante y sanguinario dictador.
Sentenciado a muerte Francisco Macías y sus más estrechos
colaboradores, el poder quedaba en manos de otro miembro de su mismo clan de
los Fang, el joven teniente coronel Obiang, educado en
España, en la Academia General Militar
de Zaragoza. Este nuevo líder de la ex colonia española era antes que un político
lo que se llamaba un “militar de academia”. A los pocos días del golpe lo
primero que le preocupó fue reconstruir al Ejército y dotarse de una guardia para su seguridad. Desconfiaba
de su entorno y tenía la experiencia de su tío Macías que se había rodeado de
mercenarios locales y foráneos, una escolta dura y eficaz pero proclive a la
traición y al crimen.
Así tenemos a Obiang pidiendo desde el mismo 3 de
agosto de 1979, día que se da a conocer al mundo el cambio de poder en Malabo,
que se restablezcan las relaciones con la “Madre Patria”. Está documentado el envío de un telegrama al rey Juan
Carlos y al presidente Suárez ese mismo día, lo que hizo sospechar que los servicios secretos españoles pudieran
estar al tanto del inminente golpe de estado en Guinea Ecuatorial. En ese telegrama, Obiang pedía apoyo, ayuda y
colaboración de Madrid a todos los niveles, para reconstruir el país y
conducirlo a una auténtica democracia, pidiendo también de forma sutil
disculpas por la campaña de odio hacia España que había llevado a cabo su tío
en los últimos años.
Obiang consigue el respaldo de España al más alto nivel, pero no una guardia personal de militares españoles |
Una Guardia Mora para Obiang
Sin embargo, aunque suponía una
oportunidad única para España de recuperar la influencia política en la zona
del África ecuatorial, al presidente Obiang
no se le concedieron todos sus deseos. La joven democracia española de 1979 aún
no había perfilado las bases de su política exterior, que debían ser políticas de Estado. Partidos como el PSOE o el
PCE vetaron en el Parlamento español que se concedieran ayudas militares (intervención
del Ejército español) al nuevo líder de la ex colonia, hasta que no se
conocieran bien sus verdaderas intenciones. Como esa Guardia Personal se pretendía
incluir dentro de la futura cooperación militar española, el asunto quedó
paralizado.
Obiang pidió entonces consejo a un familiar lejano suyo que ya tenía
experiencia en el poder, Omar Bongo,
el presidente de Gabón. Éste le
sugirió que si no conseguía una eficiente guardia presidencial de guardias
civiles o marines españoles, lo mejor era acudir a Marruecos. Bongo le recordó
que muchos militares marroquíes también se habían formado en las academias
españolas y que por tanto, hablaban español. Obiang encontró muy buena predisposición en el rey Hassán de Marruecos, que buscaba apoyos
en el África negra a sus reivindicaciones del Sáhara, y así puso en práctica el
consejo de su tío gabonés. Cuando por fin llegó la ayuda militar española a
partir de 1980 en forma de asesores militares, estos se encontraron con una
especie de ‘Guardia Mora’ (unidad de
seguridad marroquí) que servía de escolta y protocolo al presidente guineano. *
© Gustavo Adolfo Ordoño
Historiador y periodista
* Bibliografía consultada: publicación digital del periodista que fue entre 1979 y 1980 corresponsal de la agencia EFE en Malabo, Juan María Calvo: "Guinea Ecuatorial: La ocasión perdida"
* Bibliografía consultada: publicación digital del periodista que fue entre 1979 y 1980 corresponsal de la agencia EFE en Malabo, Juan María Calvo: "Guinea Ecuatorial: La ocasión perdida"
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