Cuando Walt Disney combatió a Hitler con su misma arma, el cine de propaganda anti-nazi de la Disney

 

Caricatura de Hitler en el cortometraje película de animación de Disney,
 Education 
or Death: The Making of the Nazi (1943)

El cine de propaganda, histórica y bélica sobre todo, vuelve a estar de moda. Y no es por la Guerra de Ucrania actual, que también, es por una tendencia que se venía observando desde el auge de los populismos y nacionalismos en el poder político de estas últimas décadas. Así, el cine de propaganda es un género viejo que renace en estos días. Países que no solían tener muchas producciones de este tipo, como China y Turquía, ahora las promueven entre sus sociedades para ensalzar los ideales interesados del patriotismo más nacionalista. En Pax Augusta os queremos contar una historia curiosa y olvidada, el cine de propaganda de Disney contra los nazis...

 

 Todo protagonista tiene su antagonista. El cine de propaganda histórica y bélica de los nazis, de gran eficacia publicista en el mundo de la década de 1930, fue adecuadamente contestado por Hollywood. Incluso desde un cine que estaba dedicado al público más joven, las películas conocidas como de «Dibujos Animados», se realizaron filmes de propaganda o de contra-propaganda contrarios a los mensajes de Hitler y su régimen totalitario. Eran, por tanto, producciones también propagandísticas pero de los valores democráticos. El caso de los cortometrajes de animación de la Disney resulta llamativo porque todavía era una productora en ciernes. Incluso, en los años 90 del pasado siglo, se difundieron teorías que hacían de Walt Disney un pro-nazi, un antisemita americano de los muchos que se dieron a notar en la época de esplendor de Hitler. Lo que obvió su contribución a la contra-propaganda nazi desde 1941.

Al poco tiempo de acabada la Segunda Guerra Mundial, la productora Disney era ya una compañía de éxito fulgurante. Desde la misma entrada de EEUU en el conflicto, Walt Disney había ordenado la realización de una serie de cortometrajes de animación que debían advertir del peligro de la expansión nazi. Además de estimular a los jóvenes estadounidenses a alistarse en el Ejército o promocionar la compra de bonos de guerra. Actitudes que desmontan la versión que hacían de Disney un pro nazi y que casan mejor con su proclamada ideología de «patriota americano». Su joven productora no hizo más que sumarse al esfuerzo bélico de Estados Unidos, haciendo películas de propaganda como harían otras compañías cinematográficas. Por ejemplo, en el mundo de la animación, la productora Warner pondría a los Looney Tunes a vender bonos de guerra y animar a las tropas; o directamente a ridiculizar a los dictadores fascistas como en el curioso corto The Ducktators (los "patos-dictadores") de 1942

Fotograma del corto de animación de la Warner, The Ducktators (1942)


 Otro "Duck" que comenzaba a ser famoso con el nombre de Donald Duck o Pato Donald, iniciaría los cortometrajes de animación de la Disney con carácter de propaganda bélica. Las autoridades de Washington persuadieron a las productoras a que contribuyesen aprovechando el potencial del cine como medio masas, para así influir en el ánimo de la opinión pública. La compañía de Walt Disney no iba a ser menos, aunque se constata que fue una de las que más producciones realizó a iniciativa propia, sin necesidad de las presiones del gobierno y los militares estadounidenses. Así, The New Spirit (1942) es un corto protagonizado por el Pato Donald que encarna a un ciudadano medio de EEUU que toma conciencia de la grave situación y se congratula de pagar sus impuestos para el esfuerzo de guerra del país. La propaganda que se ocupaba de incentivar la economía bélica fue tan importante como la que procuraba levantar la moral de una sociedad en guerra.

Ese primer cortometraje de propaganda tuvo tanto éxito que tendría su secuela en The Spirit of '43 (1943), con la misma línea argumental de promover la compra de bonos de guerra y de concienciar al estadounidense medio de la necesidad de contribuir con su aportación económica a ganar la guerra. Se comienza a difundir la idea de que los éxitos militares van unidos al esfuerzo conjunto de todos, ejército y ciudadanía, debiendo estar la sociedad implicada en profundidad para acabar con esos «odiosos regímenes». De esta manera, el mensaje se radicaliza poniendo el foco en ridiculizar al enemigo y fomentar el odio visceral hacia él. Es lo que se aprecia en el, quizás, más famoso corto de animación de propaganda de la Disney en la Segunda Guerra MundialDer Fuehrer’s Face (1943).

Vemos ya en este último film una cuidada producción tanto en efectos gráficos como sonoros. En Der Fuehrer’s Face el Pato Donald sufre una pesadilla donde es un pobre ciudadano de Nutzi Land, nombre ficticio para referirse a la Alemania nazi, sometido a la opresión de un régimen que le obliga a trabajar todo el día fabricando armas y retratos de un omnipresente Führer. Por fortuna para Donald y el espectador al que va dirigido el mensaje de la película, todo es un mal sueño y no vive en un país tan horrible; el pato despierta libre y feliz en su dormitorio de su casa en Estados Unidos

El pato Donald lee el libro escrito por Hitler en un fotograma del corto de animación, Der Fuehrer’s Face (1943)


 Otros cortos de la factoría Disney de propaganda en esa época fueron los dedicados a promocionar necesidades concretas, como el animar a los jóvenes a alistarse al nuevo y arriesgado cuerpo de paracaidistas. Fue en Sky Trooper de 1942 donde el joven Donald será un esforzado recluta decidido a ser un buen soldado paracaidista, la nueva fuerza militar tan determinante en la guerra. También se hizo animación sobre el otro gran frente del conflicto, el Pacífico y la lucha contra los japoneses. No fueron tantos "dibujos animados" los que se centraron en este escenario, pero Disney destacó gracias a haber convertido al Pato Donald en un «héroe de guerra». En Commando Duck (1944) emula a las estrellas de carne y hueso de Hollywood convirtiéndose en un comando especial que debe sabotear un aeródromo japonés en medio de una jungla

Pero si hay una película corta de animación de la Disney que destaque por su curiosidad y salirse de la pura propaganda bélica esa es Education for Death: The Making of the Nazi, estrenada el 15 de enero de 1943. Tiene una duración de 10 minutos y está basada en un libro con el mismo título del publicista Gregor Ziemer sobre la nefasta educación nazi aplicada a los niños alemanes. Se narra de manera asfixiante cómo se adoctrina a un niño alemán desde su nacimiento; cuando sus padres lo registran deben llevar documentos que acrediten ser el recién nacido de «pura raza aria» desde la generación de sus tatarabuelos. Un moldeamiento de la personalidad que le llevará a odiar al «otro» y a dar su vida por el régimen nazi.  

Como vemos ya no es una película de mera propaganda bélica, también se reflexiona desde la perspectiva filosófica y sociológica sobre lo que significa para la humanidad tener a personas educadas en el odio y en la predisposición a la muerte. Es, sin duda, el corto más duro y crítico de la Compañía Disney en sus trabajos de propaganda bélica de esos años. Y aunque ahora nos parece muy alejado de la temática y el "estilo Disney", este cortometraje de animación anticipaba el carisma social que los productos Disney llegaron a tener (y tienen) en la sociedad estadounidense y, de hecho, en la cultura occidental. 


Gustavo Adolfo Ordoño ©

Historiador y periodista

Publicar un comentario

0 Comentarios